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Un equipo de Inteligencia nacional de la Policía orteguista estaría tras la pista del ex comisionado mayor Javier Martínez Ramírez, quien ya se encuentra en Estados Unidos, después de intentar durante varias semanas cruzar la frontera de México para ingresar a ese país.
Se conoce que en Estados Unidos le esperaba la joven opositora Liseth Tercero Salgado. Su relación secreta con Tercero Salgado —quien pertenecía a la Alianza Cívica en el municipio de Yalagüina, zona del departamento de Madriz—, motivó que el 22 de febrero de este año la jefatura nacional de la Policía lo destituyera con baja deshonrosa como jefe de la delegación departamental de esa institución en Nueva Segovia.
El excomisionado Ramírez, que ronda los 50 años, tan solo llevaba cinco meses en el cargo en Nueva Segovia, después de haber sido trasladado de la delegación departamental de Madriz por haber obligado a agentes policiales a participar en la venta de elotes y tamales dulces en una feria gastronómica organizada por las autoridades de la Alcaldía somoteña y del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) en la ciudad de Somoto.
Fue ficha clave en su zona
Para la rebelión popular de abril del 2018, en contra del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el entonces comisionado mayor Javier Martínez Ramírez estaba como segundo al mando de la Policía en el departamento de Matagalpa, donde es señalado por líderes opositores de haber montado redadas en contra de jóvenes y de haber torturado a varios de ellos, además de sus expresiones de odio en contra de todos aquellos opositores a la actual dictadura en el poder.
Denuncias indican que Javier Martínez ejecutó el secuestro, el 19 de noviembre del año 2018, del presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) en Madriz, José Gonzalo Hernández Cáceres, y de la docente universitaria somoteña Ana Cecilia Hooker Bermúdez, quienes permanecieron varios meses en las celdas del Chipote, en Managua.
Es señalado también de dirigir —el 24 de diciembre del 2018— el secuestro del productor cafetalero Juan Ramón Vílchez, cuando este regresaba de trillar café en la comunidad de San Lucas del municipio cafetalero de San Juan del Río Coco, zona del departamento de Madriz. Este permaneció detenido en el Chipote.
Otros que fueron víctimas de la represión del excomisionado Martínez fueron la opositora Danelia Argüello Cano y su hija Mayela Cruz, quien dirigió los tranques de la comunidad de Salamasí, del municipio de Yalagüina, en Madriz, además de varios jóvenes que fueron capturados y después liberados.
Inteligencia policial coordinaría detención y traslado con el Gobierno de México
Un exoficial del área de Inteligencia de la Policía orteguista, quien junto con otros seis agentes policiales más desertaron a finales del 2018 de la delegación en la ciudad de Somoto, reveló a LA PRENSA que equipos de Inteligencia estarían detrás del ex comisionado mayor Javier Martínez Ramírez, a quien no le perdonan su traición a la institución orteguista.
“Lo que te puedo decir, y que me han informado viejos compañeros de la Policía, es que a Javier Martínez lo estarían buscando en la frontera de México, donde hay coordinaciones con el Gobierno de ahí para detenerlo y enviarlo de regreso a Nicaragua. El error que cometió un sobrino de él es haber dicho que había salido hacia los Estados Unidos, donde lo esperaría la Liseth Tercero Salgado, para exiliarse. En Guatemala lo vieron varios jóvenes exiliados e hicieron fotos de él”, expuso el exoficial de Inteligencia desde su exilio en España.
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Al parecer, la joven Liseth Tercero Salgado ayudará a Martínez Ramírez a gestionar el exilio en EE. UU. con el argumento de que revelaría información importante de la actuación del mando nacional de la Policía y cómo se paga el salario de los agentes y los gastos de esa institución a pesar de que está sancionada con la Ley Magnitsky por el Senado estadounidense.
Un alto mando de la Policía en Madriz reveló que el ex comisionado mayor Javier Martínez Ramírez se estaba perfilando para llegar a ser comisionado general, ya que era un oficial joven y con mucha capacidad operativa. También dijo que este no podrá regresar a Nicaragua porque le espera la cárcel, pero se mencionan también que podría sufrir represalias personales por desertar de la institución tras ser una ficha de confianza.