La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) el informe “Concentración del Poder y Debilitamiento del Estado de Derecho en Nicaragua”, publicado el 28 de octubre de 2021. Nicaragua pidió al iniciar la sesión la palabra para rechazar el informe y anunciar que no estaría presente mientras otros países consideraron que lo que busca Ortega es “eternizarse en el poder” y lo que Nicaragua presenciará es una “parodia electoral”. La presentación del informe se da unos días antes de las elecciones en Nicaragua y de la Asamblea General de la OEA que se hará la próxima semana.
“No podemos guardar silencio frente a un régimen que detiene a sus opositores y oprime a los representantes de la sociedad civil. El evento que está por realizarse el 7 de noviembre es una parodia de elecciones y nosotros como organización debemos reflexionar sobre la forma de trabajar con Estados que ponen en peligro los principios democráticos que están en la base de la Organización de Estados Americanos», indicó Hugh Adsett, embajador de Canadá.
Consideró que los resultados de las elecciones del 7 de noviembre serán “ilegítimos”.
El embajador de Uruguay, Washington Abdala, indicó que Ortega y Murillo conducen de manera “inmisericorde” a Nicaragua.
“Ofenden las expresiones al inicio (dadas por la delegación de Nicaragua) en la que se dice que aquí somos poco menos que actores de reparto, llama la atención que no sea uno ni dos, sino decenas de países levantando el dedo acusador y reclamando de manera firme, convencida de la necesidad de un proceso democrático real”, indicó Abdala.
“El dictador lo que va a procurar es la eternización, como ya lo he dicho y nosotros lo que tenemos que hacer es el combate dialéctico retórico, la concientización internacional y si acá hubo crímenes de lesa humanidad llevar esto al territorio donde tenga que llevarse”, remarcó el embajador de Uruguay en la OEA.
Esperanzas se han “evaporado”
Por su parte el representante de Estados Unidos, Frank O. Mora, dijo que «es importante que la Comisión observa con suma preocupación que las elecciones programadas para este noviembre se realizan en este ambiente de represión y cierre de los foros democráticos en este país».
Indicó que el pueblo de Nicaragua sabe que las esperanzas de que se realicen elecciones libres y transparentes se han «evaporado».
«Este órgano debe seguir trabajando para que haya verdaderas consecuencias de hacer caso omiso a las resoluciones y al llamamiento a las autoridades de observar las normas de la democracia y derechos humanos señalados en la carta de la OEA y la Carta Democrática», afirmó el delegado de Estados Unidos ante la OEA.
La delegada de Costa Rica mostró la preocupación de su país por la presentación de este informe que muestra que en Nicaragua se vive en «estado de persecución y miedo». Además hizo un llamado al Estado de Nicaragua a acoger las recomendaciones de la CIDH para restablecer el Estado de derecho y garantizar procesos electorales «justos, transparentes y con observación internacional».
«Recuerda a Nicaragua su obligación de cumplir con todos los compromisos internacionales, en especial los de derechos humanos», comentó.
La presentación y el rechazo
Al iniciar la sesión Michael René Campbell Hooker, en representación de Nicaragua, pidió la palabra para rechazar lo plasmado en el informe de la CIDH y anunciar que no estaría en esta sesión.
“«Nuevamente nos convoca este Consejo Permanente de la OEA para ser testigos del cumplimiento de un guion malvado, presentado por la CIDH, cuyo papel protagónico se muestra en la falsedad de sus observaciones y el espíritu maquiavélico de sus conclusiones, para satisfacer al interventor de soberanías nacionales ya identificado por la comunidad internacional contra el pueblo libre de nuestra amada Nicaragua», indicó Campbell.
Agregó que la presentación del informe busca “mostrar un caso que solo está en la mente de los guionistas que la redactan. En el fondo trata de encubrir ataques contra las instalaciones del gobierno central, las municipalidades y la población víctima de los terroristas”, dijo.
El informe fue presentado por la comisionada Antonia Urrejola, presidenta de la CIDH y relatora para Nicaragua, quien detalló que el informe aborda la grave crisis política, social y de derechos humanos en Nicaragua en un contexto de completo debilitamiento del Estado de derecho y consecuentemente de progresivo deterioro en materia de derechos humanos, especialmente de cara a las elecciones a celebrarse el próximo 7 de noviembre.
“La concentración de poder del Ejecutivo ha facilitado que Nicaragua se transforme en un estado policial de facto donde el Gobierno tiene instalado un régimen de supresión de todas las libertades mediante el control y vigilancia de la ciudadanía y la represión a través de las instituciones de seguridad estatales y paraestatales”, señaló Urrejola.
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Agregó que en el país no existe un sistema de “pesos y contrapesos”, porque “todas las instituciones responden a las decisiones del Ejecutivo. Las elecciones generales programadas ocurren en este contexto», remarcó Urrejola.