Tras casi siete meses de un lento proceso de vacunación, centralizado en dos o tres locales de cada cabecera de los 153 municipios del país y en jornadas de un solo día, el Ministerio de Salud (Minsa) cambió su estrategia. Primero extendió las jornadas que ahora son permanentes y luego habilitó más centros en cada cabecera municipal y prácticamente triplicó la oferta a los segmentos de la población por edades. Esta semana comenzó a llevar las jornadas a las cárceles, mercados, ferias de salud y otros lugares de reunión masiva.
El cambio de estrategia del Minsa coincide con la cercanía de las votaciones del próximo domingo 7 de noviembre. Pero también se da tras el desborde de adolescentes, jóvenes y familias enteras que en las últimas dos semanas viajan a los puestos fronterizos de La Fraternidad-El Espino y Guasaule, donde el gobierno hondureño mantiene puestos de vacunación para los nicaragüenses.
El desplazamiento masivo hacia el país vecino es atribuido principalmente a que allá les aplican las vacunas estadounidenses Pfizer y Moderna, que sí están autorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y son las que admiten para el ingreso de extranjeros en países como Costa Rica o Estados Unidos, principales destinos de los migrantes nicaragüenses. Mientras que en Nicaragua, hasta hace poco estaban asignadas las cubanas Soberana y Abdala y la rusa Sputnik Light para niños, adolescentes y jóvenes menores de 30 años.
En otro cambio de estrategia, a partir del fin de semana los jóvenes de entre 18 y 29 años, a los que antes solo se les ofrecía la vacuna rusa Sputnik Light ahora les permiten elegir entre esa y la británica AstraZeneca.
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Baja demanda y llevan jornada a las cárceles
A inicios de octubre, el régimen anunció que entre ese mes y diciembre llegarían al país 7 millones de dosis de las vacunas Soberana y Abdala que aún están en fase experimental y requieren tres dosis. También que adquirió unos 3.2 millones de dosis de la rusa Sputnik Light que es de una sola dosis. Esta y la Sputnik V que se aplicó a personas de entre 44 y 59 años, tampoco están autorizadas por la OMS.
A estos biológicos se suman más de un millón de dosis de AstraZeneca que llegaron al país donadas por España y más de 300 mil de Pfizer que donó Estados Unidos.
Pero mientras la oferta de estos sueros se multiplicó, la demanda se redujo considerablemente. Ya no hay filas con hasta un día de anticipación para conseguir la vacuna y la mayoría de los centros lucen relativamente vacíos.
Mientras tanto, desde este lunes 1 de noviembre las jornadas se llevan hasta los centros penitenciarios. Según reportes de medios oficialistas en la jornada del lunes vacunaron a 369 privados de libertad del Centro Penitenciario de Chinandega, a 130 del Centro Penitenciario de Estelí y a 15 del Establecimiento Penitenciario Integral de Mujeres (EPIM), ubicado en Tipitapa.
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1,519 centros de vacunación
Además, a través de un comunicado divulgado por medios oficialistas, el Minsa anunció la habilitación de 432 nuevos puestos de vacunación que funcionan a partir del miércoles 3 de noviembre. Estos se suman a los 1,087 que funcionan desde finales de octubre, para totalizar 1,519 puestos de vacunación
“Dichos puestos están habilitados en puestos de salud, centros de salud, hospitales primarios, departamentales, regionales y nacionales. Además se formaron brigadas itinerantes de vacunación que estarán ubicadas en casas bases y en barrios o comunidades que estemos realizando ferias de salud”, detalla el comunicado del Minsa.
Además de estos puestos, el Minsa también orientó instalar centros de vacunación en los puestos de salud de los mercados; ampliar las brigadas itinerantes y divulgar por todos los medios los puestos de vacunación e invitar a las familias a que se vacunen.