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El padre Edwing Román se encuentra en la mira de la dictadura. El periodista William Grigsby preguntó si aún no lo han echado preso. El sacerdote está en Estados Unidos. LA PRENSA/ ARCHIVO/ ÓSCAR NAVARRETE

Padre Edwing Román: “El diálogo que pretende Ortega ya viene muerto”

En entrevista con la revista DOMINGO, el sacerdote afirma que Ortega y Murillo han construido su propia cárcel y que los está esperando la justicia por el delito de genocidio. Explica que no hay razón de votar el día de hoy porque la dictadura le ha robado al pueblo “la alegría” de ir a votar

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El padre Edwing Román se fue a Estados Unidos el pasado 3 de agosto, con permiso del cardenal Leopoldo Brenes, para bautizar a un sobrino y también aprovechar para realizarse exámenes médicos. Sin embargo, no ha regresado a Nicaragua.

Tres días después de su salida del país, Rosario Murillo lo mencionó en sus intervenciones diarias en los medios de comunicación oficialistas. “Dando misa un criminal lleno de pecados. ¿Cómo puede estar ahí todavía? ¿Cómo puede entenderse? ¿Y el otro (monseñor Silvio Báez) que sonaba las campanas para que saliera la gente a morir? El señor que está en Miami. ¿Y el otro (padre Edwing Román) que se reúne con el señor en Miami, cada vez que puede, que sale a reunirse, que estaba en una iglesia en Masaya. Que la profanó hace un tiempo. Todo es una campaña de difamación, de calumnia, porque libertad religiosa hay en Nicaragua”, expresó Murillo sobre el padre Román.

Al día siguiente, afirma el sacerdote, fue el periodista William Grigsby quien preguntó si el padre Román todavía no estaba preso. Y después lo mencionó Wilfredo Navarro.

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Por esa razón el padre Román no ha regresado a Nicaragua. Dice que no tiene temor, pero lo hace por precaución. Se mantiene ayudando en una parroquia y los domingos oficia misa con monseñor Báez.

En esta entrevista el padre Román indica que no se debe votar porque todo es una farsa y que después tampoco se debe dialogar con Ortega porque ya le pasó su oportunidad y no demostró cambio.

Hoy es día de elecciones, ¿cómo deben de tomar los nicaragüenses este momento?

Hay que tener muy en claro que no existen elecciones 2021 para Nicaragua. Por todos los nicaragüenses es conocida esta farsa, inclusive la comunidad internacional la ha constatado. Los posibles candidatos opositores están en la cárcel injustamente sin haber cometido delito alguno, cualquiera de ellos hubiese sido el candidato fuerte que con el voto libre de los nicaragüenses hubiera derrotado cívicamente a Ortega. Encarcelarlos ha sido otro error, porque manifiesta la debilidad de este régimen y a la vez contribuye a declararse públicamente como un gobierno dictatorial. Nicaragua está convencida que no vota, no hay oposición. Los otros candidatos no representan. No perdamos la esperanza en que llegarán tiempos mejores, en que se pueda salir con alegría cada quien, apoyando a su candidato, en una apertura y cierre de campaña en democracia. Hasta eso nos han robado, la alegría de ir a las urnas electorales como ocurre en los países democráticos.

¿Cómo ve la presión internacional?

Es de agradecer a la comunidad internacional el apoyo al pueblo nicaragüense. Ya Nicaragua ha sufrido mucho, ha derramado mucha sangre, sufre cárceles, división familiar a causa del exilio o desplazamiento, jóvenes truncados en sus estudios superiores, represión, persecución. Pienso que Nicaragua está agotada de tanto sufrir, pero no vencida. La dictadura tratará de desviar la atención haciendo aparecer a la comunidad internacional como enemigos del pueblo nicaragüense. Como la cantaleta aquella de su himno rojo y negro. Todo apoyo al pueblo de Nicaragua, bienvenido sea. Nicaragua es agradecida, como lo ha sido siempre en casos de tragedias naturales, pero esta, es peor. Hay un pueblo que se desangra y sufre éxodo masivo

¿Qué rumbo le ve a Ortega?

Un total aislamiento. Más rechazo de los nicaragüenses. Muchos de sus seguidores caerán en el convencimiento y eso se verá ya desde este domingo 7. A propósito, es domingo 7, como suelen referirse popularmente cuando es un día malo o apareció alguien que echó a perder la fiesta o dijo algo indebido. Me imagino que ya tendrá sus acuerdos a espaldas del pueblo, con regímenes aliados a su persona y allegados, para tratar de conservar sus intereses económicos, aún a costa de nuestra soberanía. Ya son una pareja de mayores, enfermos y desmoralizados. Deberían tenerlo muy en cuenta. No son eternos y en la vida hay que saber rectificar mientras tengamos oportunidad.

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Se habla de que Ortega llamaría a diálogo después de las elecciones, ¿qué piensa de eso?

La Iglesia desde un principio ha estado abierta al diálogo. El diálogo es sumamente necesario para la convivencia humana. Es importante tolerar y llegar a puntos donde se converge. Muy diferente cuando uno se encuentra con mentes cerradas e impositivas. Eso ha pasado en nuestro país. No se pudo dialogar. Pasó ese espacio y como lo he dicho muchas veces, perdió Ortega esa escalera de oro y se hubiese evitado más muerte, cárcel, exilio y hundimiento de nuestra economía. Con Ortega no se puede dialogar, él ya tiene montado su diálogo con imágenes que ya conocemos.

Aún así, si hubiese diálogo después de las elecciones, ¿qué condiciones debería de cumplir?

Con Ortega ya no se dialoga. No cambió, no cambia ni cambiará. Está aferrado a su miedo y lo va a mantener. Un diálogo es factible con otros actores y sin Ortega, anteponiendo sobre todo el interés por Nicaragua, haciendo a un lado intereses personales, de grupos y de partidos políticos. El diálogo que pretende Ortega ya viene muerto.

Se está criticando que la empresa privada está en silencio, ¿cómo ve eso?

Tengo entendido que la empresa privada, al menos los rostros creíbles, los tendrán amenazados. A otros se les ve por los poros su posición. Deberían considerar que quienes mantienen el capital no solo son ellos, son también sus trabajadores, desde el portero, la señora que pasa la escoba por sus oficinas, hasta el más alto funcionario. Todos son necesarios. El gran capital necesita contratar personal y a la vez el que trabaja necesita de un salario digno. No descarto que Nicaragua tiene empresarios honestos que han dado la cara.

Daniel y Rosario son invitados a rectificar. Jesucristo nos llama a todos a dar muestras de conversación y de arrepentimiento. Su desgaste es evidente, así como su desequilibrio mental. No son felices ni libres. Se han construido su propia cárcel. Tienen la idea de ser la familia imperial de Nicaragua”.

Padre Edwing Román, párroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya.

A Ortega se le sigue cuestionando en la OEA, ¿cómo ve su situación en ese organismo continental?

Él y ella lo evidencian en sus rostros y discursos. Porque de la abundancia del corazón habla la boca, dice la Sagrada Escritura. Lógicamente la estarán pasando muy mal. Aparte del rechazo interno se suma el rechazo internacional. Es un régimen corrupto. Ha centralizado todos los poderes del Estado, ha utilizado millones de dólares para esta farsa electoral. No ha permitido el ingreso de periodistas extranjeros, ha expulsado a miembros de organismos de derechos humanos, ha desviado fondos de ayudas internacionales en esta emergencia sanitaria en contra del covid-19. Nunca supo cumplir en su autoridad de mandatario. Tiene justicia pendiente por el genocidio que ha perpetrado.

En cuanto a los presos políticos, ¿qué puede decir?

Es muy lamentable hasta donde lo sabemos. No conocemos qué pasará ahí en el interior de cada celda y en particular con cada uno de ellos. Los familiares, a quienes medio se les permiten visitas, han manifestado el inhumano ambiente y el deterioro en la salud. Sin embargo, espiritualmente están fuertes. Pueden apresar el cuerpo, pero los ideales son libres y eso sí que traspasa barrotes. Los nicaragüenses los acompañamos con nuestra solidaridad y demandas por su libertad. Los creyentes en Dios les acompañamos con nuestras oraciones. Me sumo al clamor de libertad para los presos políticos de Nicaragua. Quiero agregarte que el próximo 14 de noviembre se cumplen dos años que un grupo de madres de presos políticos y este servidor fuimos secuestrados durante nueve días en nuestra propia parroquia de San Miguel, mientras se disponían ellas a realizar un día de ayuno y oración por sus hijos secuestrados. Fuimos rodeados por más de 200 policías y fuerzas opresoras. Además, fanáticos aliados al régimen como un diputado y quien en vida fuera el alcalde de Masaya. Nueve días cortados el agua y el fluido eléctrico. Algunos de esos presos políticos aún permanecen secuestrados, como es el caso de Edward Lacayo, la Loba. Nueve días permaneciendo dos cuadras a la redonda del templo totalmente cerrado por la fuerza policial, sin permitirme el ingreso de mis medicinas o que algún sacerdote u otro ciudadano nos llevara agua.

¿A los exiliados cómo los ve?

La mayoría está en una situación muy crítica, sumado a los efectos de esta pandemia. Lamentablemente cada día se suman más nicaragüenses. Lo vemos a diario a través de los medios de comunicación o personas que me piden oración porque se van de Nicaragua, debido a la persecución o por no tener oportunidad de trabajo y mantener a la familia. Lo doloroso también es separarse de los seres queridos, algunos de ellos me escriben durante su éxodo que ore por ellos. Muchos vienen solos, sin encontrarse con un familiar. Vienen donde amistades. En el trayecto algunos han dormido en parques, en aceras con cartones. A otros les han robado pertenencias y algunos perdiendo la vida por no encontrar oportunidad para vivir en nuestra tierra y porque están amenazados por haber participado cívicamente en protestas. Es de agradecer a gobiernos y personas extranjeras que han sido como ángeles para muchos de nuestros hermanos en el exilio.

¿Cómo está la Iglesia en estos momentos frente a las elecciones?

Recientemente la Conferencia Episcopal de Nicaragua retomó un párrafo del mensaje del 22 de agosto de 2016, que vuelve a tomar actualidad: Ante las situaciones que vivimos los nicaragüenses, decida y actúe desde el interior e inviolable dignidad de su conciencia, libremente, para hacer lo que considere más justo y conveniente en este momento para Nicaragua. Dicha carta enviada por los obispos al Gobierno se quedó esperando respuesta. La Iglesia, en su papel y autoridad representando a Cristo como Maestro, da una guía, incluso en la política, porque es un derecho y una responsabilidad en la formación de las conciencias de los cristianos y de todas las personas de buena voluntad.

¿Qué solución le encuentra a lo que pasa en Nicaragua?

La solución continúa siendo procurar la unidad, dentro de Nicaragua como en los nicaragüenses del exterior. Deponer caprichos e intereses. Pensar no solo en el presente, sino pensar en las futuras generaciones. ¿Dónde estarán los hijos, nietos, descendientes que aún no han nacido? ¿Qué patria les vamos a heredar?

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Al final no hubo unidad opositora.

No nos cansemos de promover la unidad y descartar a aquellos personajes arrogantes y oportunistas, disfrazados de opositores y que son un cáncer para la unidad. Inclusive, hoy podrían estar operando desde el exterior. Mucho cuidado con ellos.

¿Cómo ve a Daniel Ortega y a Rosario Murillo en este momento?

Daniel y Rosario son invitados a rectificar. Jesucristo nos llama a todos a dar muestras de conversación y de arrepentimiento. Su desgaste es evidente, así como su desequilibrio mental. No son felices ni libres. Se han construido su propia cárcel. Tienen la idea de ser la familia imperial de Nicaragua.

La dictadura ha perseguido y vigilado constantemente al padre Román, porque él fue muy activo ayudando a los manifestantes de abril de 2018 en Masaya y ha criticado los desmanes del régimen. LA PRENSA/ ARCHIVO/ ÓSCAR NAVARRETE

Plano personal del padre Edwing Román

El padre Edwing Román es de Niquinohomo y tiene 61 años de edad.

Margarita Calderón Ruiz, madre de Sandino, es bisabuela del cura. Manuela Calderón, abuela materna del padre, era hermana de Sandino por parte de madre.

Es el primer sacerdote ordenado de Niquinohomo. Ha estado en seis parroquias distintas: dos de Managua, una de Jinotepe, Nindirí, San Rafael del Sur y San Miguel en Masaya.

Es diabético y se inyecta insulina todos los días.

Fue curado de un cáncer en la mandíbula. Los feligreses de Jinotepe le ayudaron a pagar su tratamiento.

Ha confesado que antes de ser religioso tuvo dos novias en Masaya, e incluso en el Seminario se enamoró de otra, pero no pasó a más porque la muchacha huyó de la guerra de los años ochenta en el país.

Fue el obispo que casó al general del Ejército, Julio César Avilés, mientras era sacerdote en Jinotepe.

Le gusta comer nacatamales y vaho.

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