La familia del abogado y exdiplomático José Pallais Arana lo encontró con llagas en la espalda, desde la segunda vez que lo visitaron, a mediados de octubre, en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ). Estas heridas le han aparecido por dormir en una vieja silla. “Él no tiene cama”, dice su esposa Jilma Herdocia.
De acuerdo con Herdocia, la silla en la que duerme Pallais, de 68 años, ya tiene mucho tiempo de uso y la usaba normalmente para la apnea del sueño que padece y también cuando sentía dolores en su espalda baja.
Los primeros días, después que fue detenido, tenía problemas para dormir, así que sus carceleros permitieron que su esposa le llevara esa silla, pero lo privaron del derecho a una cama.
Las llagas en la espalda de Pallais aún prevalecen, pero su esposa han ido disminuyendo. Esto lo comprobó en la tercer visita que les permitieron hacer a todos los familiares de presos políticos esta semana. Sin embargo, a Herdocia también le preocupa el hecho de que el opositor no tenga una cama donde acostarse, ya que la silla es únicamente para los momentos de malestar, y no para dormir.
“Él lo que debería tener es una cama a la que se pueda pasar y recostar para guardar las posiciones debidas, pero no la tiene”, señaló.
LEA TAMBIÉN: Presos políticos: Son 159 y muchos de ellos sufren olvidados
José Pallais tiene 164 días detenido en las celdas del Complejo Policial Evaristo Vásquez, conocido como “El Chipote”. Ha perdido 54 libras desde que fue encarcelado y comparte celda con el precandidato presidencial Arturo Cruz y con el expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri.
Pallais fue acusado formalmente por la Fiscalía por el delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional» y le realizaron la audiencia inicial «privada» el pasado 3 de septiembre, en las instalaciones del nuevo Chipote.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares de protección, al considerar que Pallais «se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Nicaragua».