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CONTENIDO EXCLUSIVO.El recién electo presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua es cauteloso en sus respuestas. De pocas palabras, el obispo de la Diócesis de Jinotega, Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, habla con LA PRENSA sobre el papel de la Iglesia en medio de la crisis que vive el país.
La Iglesia ya ha mediado en dos fallidos diálogos entre el gobierno y la oposición, y está dispuesta a mediar nuevamente en una tercera negociación para encontrar una solución a la crisis política. De eso habla Monseñor Carlos Herrera en esta entrevista, quien fue nombrado obispo desde el 10 de mayo de 2005.
En esta entrevista, cinco días después de su elección como coordinador de los obispos, monseñor Herrera, también comenta sobre la situación del obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, y las elecciones, las ofensas de Daniel Ortega y Rosario Murillo a sacerdotes y obispos.
Herrera tiene 72 años. El 21 de diciembre cumplirá 73. Es el mayor de nueve hermanos y nació en Managua, pero se crio en La Trinidad, municipio de Estelí. Es ingeniero agrónomo y entró a la Orden Franciscana, influenciado por el Fray Odorico D´Andrea, fraile de origen italiano que sirvió en el municipio de San Rafael del Norte en Jinotega que se encuentra en proceso de canonización.
¿Cómo ve a la Iglesia de Nicaragua en este momento?
Bueno, ha habido nuevos nombramientos para las diócesis de Siuna y Blufields. Presbíteros que ahora son obispos jóvenes con experiencia en lo pastoral, en lo rural especialmente y con experiencia en la formación del clero. Esto ha venido a fortalecer la elocuencia y que nuestros hermanos mayores que ya cumplieron con el mandato de su oficio, pues les agradecemos a ellos por su experiencia y tenemos que retomar lo que ellos hicieron en su momento. La Iglesia está fortalecida en la fe, la esperanza y acompañando al pueblo de Dios.
Estamos hablando de un relevo generacional en la Iglesia entonces
Así es. Vamos con ese espíritu del Señor que nos va actualizando y nos va renovando también
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Los nicaragüenses estábamos acostumbrados a ver al Arzobispo de Managua como presidente de la Conferencia Episcopal, el Cardenal Leopoldo Brenes, ¿Por qué ahora asume otro obispo?
No ha sido siempre. Un tiempo lo fue Monseñor René (Sándigo), y era el obispo de Juigalpa. La elección se hace entre todos los obispos, y a veces se le da la preferencia, por la relación más inmediata con el Papa, al Cardenal. Se le dio esa preferencia de tener dos periodos, pero todos tenemos la posibilidad de ser elegidos como presidente porque no es un oficio de mandar, si no de acompañar, moderar las reuniones de la Conferencia Episcopal, las Asambleas prepararlas con el secretario y también estar representando en ciertos momentos ante ciertas instituciones a la Conferencia Episcopal. Ese es más o menos el compromiso, no tan fácil, porque siempre hay que saber llevar la voz de la Conferencia a otras instituciones. Eso es lo importante, la unidad que hay entre nosotros para poder elegir en los nuevos oficios porque no es solo al presidente, sino también a las otras áreas pastorales que siempre se están renovando cada tres años o a los seis años.
¿Qué ha pasado con las Cartas Pastorales que publicaba la Iglesia cada año sobre la situación del país? Ya van dos años en que no hemos podido leerlas
Las Cartas Pastorales implican todas las áreas de acción de la Iglesia, de la Conferencia Episcopal o de las diócesis en común línea de acción pastorales que hacemos. Eso no se puede estar haciendo continuamente. Se hace una vez al año, en medio de otras áreas también. La Carta Pastoral es más amplia que un mensaje puntual, por eso últimamente en vísperas de las elecciones hicimos un mensaje, o más bien una cierta orientación o animación al pueblo por algunos acontecimientos específicos. La Carta Pastoral es más para hacerle vida durante un año, dos años y a veces tres años.
¿Podremos leer una Carta Pastoral en lo que resta del año o hasta el próximo?
No hemos retomado todo eso todavía. En enero viene ya el mensaje que recibimos del Papa sobre la paz y ahí tenemos que compartir con nuestras diócesis el mensaje sobre la paz, un mensaje muy bonito e iluminador.
El mensaje que la Iglesia envió a los nicaragüenses para las elecciones era que votaran con conciencia, ¿cómo vio las elecciones?
Bueno, cada quien lo ve con sus ojos desde su óptica y desde su conciencia. No sé si fueron a votar, ni cuántos, ni cómo, pero se miró un fenómeno, mucho movimiento, lo que todos vimos.
¿Y usted pudo ir a votar?
Eso ya no puedo decirte (ríe)
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¿Qué papel está jugando la Iglesia en este momento en el país?
Pues lo que hacemos nosotros en estas realidades porque estamos en un pueblo que está fraccionado, dividido. Hay que aconsejar a la reflexión, animarnos a buscar juntos soluciones y ante todo saber esperar el momento. Esperamos que haya un diálogo para ver qué se pueda lograr. El primer paso es un diálogo y esperamos que podamos salir de esta situación difícil tanto para uno como para otro.
El presidente Daniel Ortega dijo que iba a llamar a un diálogo en enero, ¿está dispuesta la Iglesia a mediar nuevamente?
La Iglesia siempre está proponiendo y opta porque el diálogo es lo mejor. Si nos piden ser mediador en ese diálogo, estamos dispuestos a colaborar porque la Iglesia lo que quiere ante todo es un entendimiento, una paz, una armonía, un proceso por el bien de todos, con democracia y con el bien de todos.
¿Y con quién podría dialogar Daniel Ortega?
Bueno, se supone que con las partes que ellos ven como adversos. Hay quienes no están de acuerdo con el gobierno
¿La Iglesia aceptaría mediar entre el gobierno y los interlocutores que el mismo gobierno decida?
Yo creo que eso se verá. No te puedo decir, pero nosotros estamos abiertos a colaborar con un diálogo. No sé con quiénes serán.
¿Cuáles son los temas que deberían entrar a consideración en ese diálogo?
Creo que eso tiene que surgir de las partes del diálogo. Una vez que esté convocado el diálogo, pues ahí podemos aconsejar.
Miembros del gobierno como Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo constantemente atacan y ofenden a sacerdotes y obispos, ¿Cómo recibe estas ofensas la Iglesia?
Bueno, normalmente uno se siente mal, pero tenemos que tomar los valores y la actitud de Jesucristo también y no ponernos a contestar de esa misma manera. Como dice el dicho, hay que vencer el mal con el bien y esa es nuestra tarea.
¿Qué ha pasado con Monseñor Silvio Báez? Se dijo que partiría hacia El Vaticano, pero de Miami no ha salido
Él está en una capilla ahí, pero no sé si por un tiempo. Está compartiendo su ministerio y esperemos que una vez que haya un diálogo pueda regresar. No te puedo confirmar cuándo viene, pero creo eso está siempre dentro de la reflexión tanto de él como también del Vaticano.
¿Los obispos están en comunicación con el Papa Francisco?
Bueno, el nuncio apostólico es el que está en comunicación constante. Él está pendiente de Nicaragua. Posiblemente también con el Cardenal.
Ahora que usted es presidente de la Conferencia Episcopal, ¿estará en comunicación con el Papa o seguirá siendo el Cardenal?
Bueno, es que el Cardenal es un colaborador inmediato del Papa y tiene que ver ciertas comunicaciones. Lo otro es si ya él quisiera hacerme una llamada. No es algo ordinario, lo ordinario es con el nuncio, que es el delegado.
¿Hay comunicación entre el nuncio y ustedes los obispos?
Así es. Nos dice que el Papa está siempre presente, orando por nosotros y nos anima a estar unidos
