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CONTENIDO EXCLUSIVO.Si hay algo que se debe reconocer en los Rays de Tampa Bay es su buen juicio para examinar el talento joven. El estar asentados en el mercado más pequeño del beisbol de Grandes Ligas, ha hecho que esta organización tenga el desafío constante de buscar formas creativas que le permitan competir en un contexto exigente y de muchos recursos.
Una de esas vías han sido las transacciones. Cambian a sus jugadores establecidos que en un futuro cercano serán una carga para su nómina por prospectos y también son agudos y agresivos en las firmas de jugadores jóvenes en América Latina, tal es el caso de Wander Franco, el torpedero dominicano asegurado por 12 años este martes.
Vean este ejemplo de Tampa: en 2007 envían a su jardinero Delmon Young a Minnesota a cambio de los prospectos Matt Garza y Jason Bartlett. Young nunca fue la estrella que se anticipó. Garza, tirador derecho y Bartlett, torpedero, fueron claves, por su lado, en el avance del equipo a la Serie Mundial un año después contra los Filis.
Luego a Garza, quien ganó 34 juegos en tres años con Tampa, incluyendo 15 en 2010, lo cambian a los Cachorros en 2011 por los jóvenes Chris Archer y Robinson Chirinos. Garza no volvió a ser el mismo lanzador eficiente en Chicago y en cambio Archer se volvió un tirador estelar con tres temporadas seguidas de más de 230 ponches.
En 2019, Archer es canjeado a los Piratas por los chavalos Tyler Glasnow, Austin Meadows y Shane Baz. Archer nunca pudo alzar vuelo con los bucaneros, mientras que Glasnow se convertía en el “as” de los Rays, Meadows en bateador de poder clave en la alineación y Baz, a pesar de ser subido ahora, mostró el gran talento que posee.
Es así como funciona los Rays, haciendo de la necesidad, virtud. Por eso ahora que han dado un salto enorme con un contrato de 12 años y 223 millones de dólares para Franco, merecen un voto de confianza. Los grandes contratos siempre son un riesgo, pero ellos consideran que han visto lo suficientemente a Franco como para asegurarlo.
Fundados en 1998, los Rays han gastado 348 millones de dólares en toda su historia en agentes libres. Es una cifra muy modesta si se considera que hoy día hay varios jugadores con contratos superiores a los 300 millones, pero el martes comprometieron 223 millones en un solo jugador en una movida sorprendente con relación a su filosofía.
Franco de solo 20 años, nació en Baní, República Dominicana el 1 de marzo del 2001 y tras ser firmado en 2017 por los Rays, inició su carrera en 2018. En sus tres temporadas en las Menores registró .331/.399/.535 lo cual es fantástico para un jugador que actúa en una posición como el shortstop, donde lo básico es la defensiva, pero él batea.
Su máxima cantidad de jonrones en las Ligas Menores fueron los 11 que conectó en 2018 en 61 partidos en la Liga de Novatos de los Apalaches con 17 años. Este año, cuando alcanza las Grandes Ligas, dispara siete en 70 partidos y deja en evidencia su capacidad élite para batear (.288) y sobre todo en sus últimos 33 juegos (.338/.393/.541).
El fenómeno dominicano mostró además unas habilidades estupendas a la defensiva, aspecto en el que compensa una cierta limitación en su cobertura con una correcta colocación, además de disponer de un poderoso brazo. De manera que todas las herramientas están ahí y el poder seguro va a venir a medida que madure físicamente.
Tampa hizo una movida inteligente al retener a un jugador que tiene todas las trazas para convertirse en súper estrella. Los próximos 12 años, en los que se espera que Franco esté en la plenitud de su carrera, los va a pasar con los Rays y no habrá ninguna distracción que altere su concentración en tratar de hacerse mejor cada día en el terreno.
Este contrato eclipsa el acuerdo de los Bravos de Atlanta con Ronald Acuña, firmado en 2018 a sus 20 años de edad por 100 millones y ocho años. Acuña, al igual que Franco, ni siquiera tenía un año de servicio en las Grandes Ligas y al año siguiente respondió con .280/.365/.518 más 41 jonrones y 101 remolques. Una tremenda transacción.
De igual modo, este pacto supera el más grande acuerdo realizado en la historia de los Rays, quienes comprometieron 100 millones por seis años en 2016 con Evan Longoria, antes de enviarlo a los Gigantes en el 2017. Así que vamos a ver qué tal sale este movimiento, que al menos a mí, me parece muy inteligente de parte del club de Tampa.
Aún no se conocen detalles de la forma en que estará estructurado el contrato, pero por ejemplo, tomen en cuenta el acuerdo de Acuña. El venezolano ganará 17 millones por temporada desde los 21 hasta los 30 años. Con los que él produce, seguro merecería más, pero la clave está en adelantar los tiempos y ambos salen ganando.
Es decir, Acuña podría estar ganando 600 mil dólares por temporada. Luego vendrían los procesos de arbitraje que le permitirían aumentos significativos, pero llegaría a ser agente libre hasta en 2024 y a partir de ahí, comenzar a cobrar mucho dinero. Atlanta se adelantó y en años en los que podría ganar 30 millones, ganará 17.
Pero ahora mismo, en lugar de ganar 600 mil dólares, ganó cinco millones y en 2022 saltará a 15 millones por temporada, mientras se mantendrá en 17 millones hasta el 2028, cuando tenga 30 años. Incluso, los Bravos tienen dos opciones que podrían permitirle a Acuña dos años más por 17 millones en cada temporada.
Lo mismo ha hecho Tampa con Franco. Adelanta el dinero ahora y así podrá manejar un contrato que podía ser insostenible para su modesta economía cuando el dominicano esté en su apogeo. El riesgo siempre está ahí, pero el que no se arriesga no gana.
Edgard Rodríguez está en Twitter: @EdgardR