En las elecciones generales de este domingo 28 de noviembre en Honduras, los ciudadanos de ese país decidirán si continuarán gobernados por un partido de derecha democrática, o tomará el poder uno de izquierda radical, que promete respetar la democracia pero no hay certeza de que cumpliría tal promesa política de campaña electoral.
En Honduras no hay segunda vuelta electoral, a la que van los dos candidatos más votados pero no lograron la mitad más uno de los sufragios. Gana el que logre la simple mayoría, como es ahora en Nicaragua, cualquiera que se la cantidad de ciudadanos que voten por él.
Catorce candidatos presidenciales buscan los votos de 5,3 millones de hondureños que están convocados a acudir a las urnas. Pero como suele suceder en estos casos y lo prevén las encuestas en Honduras, solo dos de ellos tienen posibilidad real de ganar.
La mayoría de las encuestas pronosticaron que la vencedora será Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya derrocado en 2009 por un golpe militar después de adherir Honduras a la alianza Alba formada y liderada hasta la muerte de ambos, por Fidel Castro y Hugo Chávez.
Sin embargo, la firma internacional CID Gallup cuyas encuestas generalmente se aproximan más a la realidad y por eso en Nicaragua son las más confiables, registraba ventaja para Nasry Afura, el candidato del Partido Nacional de centro derecha que ha estado en el poder desde hace 12 años.
En cuanto a lo que significará para Nicaragua el resulta de las elecciones hondureñas, los analistas aseguran que no cambiará la relación del próximo gobernante de Honduras con Daniel Ortega. Que quizás haya cambio de estilo, pero básicamente se mantendrá el mismo vínculo afectuoso y de cooperación que el presidente saliente, Juan Orlando Hernández, ha tenido con el caudillo sandinista nicaragüense.
Pero quién sabe. Las relaciones cordiales y de apoyo mutuo entre Hernández y Ortega han sido solo por conveniencia. Pero no hay afinidad ideológica entre ellos.
En cambio, Xiomara Castro pertenece del Partido Libertad y Refundación (Libre), que es de izquierda radical y miembro activo del Foro de San Paulo, que es hegemonizado por el Partido Comunista de Cuba y el Partido Socialista Unificado de Venezuela. A este Foro pertenecen el FSLN de Nicaragua y prácticamente todos los partidos comunistas y movimientos extremistas de izquierda de América Latina y el Caribe.
De allí que Nasry Afura y el Partido Nacional han advertido a la sociedad hondureña, que si Xiomara Castro y su partido toman el poder, Honduras correría el peligro de que lo saquen de habitat democrático y lo lleven por el rumbo de Cuba y Venezuela, o por lo menos el de Nicaragua.
No es poco, pues, lo que se juegan los hondureños en las elecciones de este domingo 21 de noviembre.