Los fanáticos del beisbol aún estaban tratando de asimilar el impacto provocado por el aterrizaje de Max Scherzer en los Mets de Nueva York con un salario récord anual de 43 millones de dólares, cuando los Rangers de Texas los volvieron a estremecer con un arreglo de diez años y 325 millones para el torpedero Corey Seager.
Esto también llegó después de que los Marineros de Seattle había firmado al ganador del premio Cy Young en la Liga Americana, Robbie Ray, por cinco años y 115 millones de dólares y que los mismos Rangers, se habían hecho de los servicios del derecho Jon Gray por cuatro temporadas y 56 millones, en un lunes de mucho movimiento.
Incluso el domingo, la tropa de Texas también agitó el ambiente al acordar un pacto de siete años y 175 millones con Marcus Semien, lo que la convierte en la organización más activa en esta entre temporada, al comprometer 556 millones de dólares con sus tres agentes libres: Seager (325), Gray (56) y Semien (175), mientras busca pitcheo.
El acuerdo de Scherzer es realmente asombroso. Los Mets lo firman por tres años años y 130 millones, a un promedio récord anualmente de 43.3 millones. Es el salario más alto para un jugador en la historia y no importa que tenga 37 años como ocurre con el veterano de 14 temporadas que viene de los Dodgers, a donde llegó desde Washington.
Veterano competente
Scherzer viene de una temporada sensacional en la que terminó con 15-4 y 2.46 en 179.1 innings con 236 ponches. A finales de julio fue enviado a los Dodgers, quienes trataban de dar alcance a los Gigantes y el diestro logró 7-0 y 1.98 en 11 juegos, con 89 ponches en 68.1 episodios. Es decir, fue un lanzador en el clutch, aunque se fatigó al final.
Muchas consideran que el riesgo de los Mets es elevado y ciertamente lo es, más con un veterano de 37 años, pero a esa edad, Scherzer sigue siempre muy dominante. Este año tuvo un porcentaje del 33.6 por ciento de ponches y solo le batearon .185, con 0.86 de whip y los batazos contra él apenas lograron 85.9 millas promedio en velocidad de salida.
En los Mets formará un estupendo “one-two” con Jacob deGrom, mientras termina de darle forma a un carrera que sin duda lo llevará al Salón de la Fama. Tiene 190-97 y 3.16 en 14 temporadas, con tres premios Cy Young y ha terminado entre los primeros cinco en otras cinco votaciones para este galardón, con ocho viajes al Juego de Estrellas.
Seager le da a los Rangers un torpedero solvente a la defensiva y un bate zurdo de creciente poder. En su carrera de siete años, batea .297/.367/.505 con OPS de .848. Este año terminó con .306, 16 jonrones y 57 empujadas, pero se presume que la mejor etapa de su carrera viene ahora, cuando parece haberse escapado de una seguidilla de lesiones.
Gran combinación
En los Rangers funcionará con Marcus Semien y deben formar la mejor combinación short-segunda. Semien viene de disparar 45 jonrones, empujar 101 carreras y batear .265, mientras jugaba la segunda base, sitio en el que debe seguir en Texas por la llegada de Seager, pero además porque su defensa mejoró mucho en esa nueva posición.
Ray da a los Marineros un liderazgo que no ha tenido en los últimos años en su rotación de abridores. El ganador del premio Cy Young con los Azulejos viene de registrar 13-7 y 2.84, con 248 ponches en 193.1 innings. Junto a Marco Gonzales y Chris Flexen formará una rotación competitiva en un equipo que quedó a la orilla de los playoffs.
En transacciones de menor impacto, los Bravos de Atlanta firmaron por dos años y siete millones al relevista Kirby Yates, quien no lanzó ni un pitcheo este año debido a una cirugía reconstructiva Tommy John. Yates ganará un millón este año y seis en el 2023. En 2019 salvó 41 juegos con 1.19 de efectividad y 101 ponches en 60.2 innings.