Luego de lo ocurrido con los Astros de Houston y el robo de señas en las Grandes Ligas ha quedado un poco la paranoia en otras ligas que esto se pudiera repetir, sin embargo, es complicado por el sistema sofisticado de tecnología usada para su realización. Recientemente en la Liga Profesional, el periodista de Canal 4, Leonardo Sevilla, publicó en sus redes sociales que el mánager de los Gigantes de Rivas, Marvin Benard, había solicitado “muy molesto” a la televisora que retiraran la cámara del jardín central porque los Tigres de Chinandega le estaban robando señas. “Benard aduce que la cámara no debe estar ahí”, concluyó el comunicador del medio oficialista.
El mánager de los Tigres, Lenín Picota, explotó contra esas acusaciones y se quejó que sus peloteros recibieran pelotazos por lo que el llama suposiciones. “No me gustó eso de estar mandando pelotazos por suposiciones. Quiero que me demuestren a mí que estamos pasando señas porque yo no voy a permitir que a un pelotero mío le vuelvan a meter un pelotazo, realmente eso me incomoda. Yo soy un profesional del juego y jamás en la vida he permitido ni permitiré que mi equipo esté pasando señas en algunas situaciones. Ese juego de pelotazos pone en peligro las carreras de mis peloteros, ese juego yo no lo voy a jugar, pero si lo quieren jugar yo también sé dar pelotazos. Si tienen respuesta que me lo comprueben”, respondió Picota a Juan Hernández, periodista de occidente.
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Al ser preguntado sobre si la orden venía desde el dogout rivense Picota comentó: “Claro que sí, todavía me mandan al jefe de los árbitros al dogout, si tienen pruebas que las muestren. Y repito, no lo digo para amenazar a nadie, pero yo también sé dar pelotazos”, finalizó el estratega panameño, líder de la tabla de posiciones.
El presidente de la Liga Profesional, Pancasán Arce, respondió vía WhatsApp al representante de los Tigres, Boanerges Espinoza sobre el suceso. “Yo estuve en ese partido y es cierto, la gente de Canal 4 me reportaron la situación e incluso Benard me buscó y le dije que eso no se podía realizar, entonces indicó que debíamos poner un supervisor para evitar y que voltee el monitor para que nadie mire señas y las pase a los jugadores”. Todo parece que la protesta de Benard no tendrá mucha fuerza en las oficinas de la Liga Profesional, sin embargo, podrían analizar una propuesta para evitar suspicacias.