Luego que en el tercer trimestre de este año Nicaragua viviera la ola más mortal de la pandemia, el país —al igual que el resto de Centroamérica— está viendo una reducción de los casos de contagio y muertes en las última semanas, sin embargo, con el avance acelerado en el mundo de la nueva variante de preocupación del SARS-CoV-2, ómicron, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recordó las recomendaciones que deben poner en práctica los gobiernos para detectar tempranamente la circulación de esta cepa.
“Esta pandemia es dinámica y las decisiones que tomamos sobre el mantenimiento de las medidas preventivas, y la expansión del acceso a las vacunas incidirán en la forma y hasta dónde se disemina este virus”, dijo la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, durante la conferencia de prensa de este miércoles.
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Etienne reconoció que por ahora no tienen pruebas suficientes para determinar el grado de transmisibilidad o gravedad de la ómicron, así como la efectividad de las vacunas anticovid contra esta variante, por lo que destacó la importancia de que los países junto a sus ministerios de salud trabajen juntos bajo la siguiente línea:
1-Modificar las medidas de salud pública de acuerdo a los riesgos
“Los países deben mantener las medidas de salud pública para limitar el contagio del virus y también modificar estas medidas de acuerdo con los riesgos de contagio local (…) Cuánto más circula la covid-19, más oportunidad tiene el virus para mutar y cambiar, por ello es esencial que ampliemos la vacunación para todos”, declaró la directora de la OPS.
La titular del organismo informó que el pasado fin de semana sostuvo una reunión con los ministros de salud de la región, para hablar sobre las medidas públicas a tomar para frenar la propagación de la variante ómicron.
Entre las medidas de salud están la vacunación y vigilancia epidemiológica y genómica (Los científicos utilizan un proceso llamado secuenciación genómica para decodificar los genes y obtener más información acerca del virus).
2-Mantener medidas esenciales de protección
“Lo más importante que puede hacer la persona para protegerse es vacunarse, y reducir el riesgo de exposición al virus. Para ello se debe usar mascarillas, mantener la distancia física entre otras personas, lavarse las manos con frecuencia y evitar lugares con gran asistencia de personas, en especial en ambientes cerrados. Estas medidas son eficientes en contra de todas las variantes, entre ellas, ómicron”, destacó Etienne.
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Sin embargo, el régimen de Daniel Ortega mantiene la convocatoria a actividades masivas pese a la alerta mundial de la ómicron y las decisiones que toman los diferentes actores sociales del país para evitar una nueva ola. Recientemente la Iglesia Católica suspendió las procesiones navideñas y recomendó evitar aglomeraciones en la Gritería, pero este miércoles la vicepresidenta designada, Rosario Murillo, anunció actividades en celebración a la purísima acuática.
3-Acelerar vacunación
“Hemos solicitado que se aceleren los esfuerzos de vacunación”, manifestó Etienne. Si bien el organismo reconoció que aún es muy temprano para conocer qué tan transmisible y agresiva es la nueva variante, y si tiene un alto escape inmunológico, insistió en que la vacunación junto a las demás medidas esenciales “siguen siendo las acciones más eficientes para reducir los casos graves y las hospitalizaciones” por covid-19.
“Es importante recordar que ninguna vacuna es cien por ciento eficaz, hasta el momento todas aquellas autorizadas por la OMS han sido eficientes para proteger contra todas las variantes circulantes, disminuyendo dramáticamente el riesgo de hospitalización y muerte. Con todo esto no tenemos evidencia para pensar que el desempeño de las vacunas para proteger contra la ómicron sea diferente”, expresó Sylvain Aldighieri, gerente de incidente para Covid-19 de la OPS.
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“Milagrosamente” Nicaragua pasó, en menos de un mes, de estar bajo el 10 por ciento de la cobertura de vacunación anticovid de la población total a subir al 34.6 por ciento de cobertura (más de 6.3 millones de dosis aplicadas), según datos de la OPS. Por su parte, el régimen de Ortega alega que el Minsa ha vacunado a casi el 64 por ciento de la población total (unos 4 millones 100 mil nicaragüenses, según Murillo) contra el covid-19.
4-Duplicar vigilancia epidemiológica y genómica
La directora de la OPS enfatizó que es importante que los países refuercen la vigilancia epidemiológica y genómica de virus y trabajen de la mano de la Red Regional de Vigilancia Genómica de las Américas para detectar a tiempo la circulación de esta cepa.
Asimismo informó que están trabajando con los laboratorios de los países para implantar rápidamente una metodología de tamizaje molecular y así puedan identificar la ómicron a tiempo, sobre todo en países donde la secuenciación “no está bien establecida”.
“Es importante que los países dupliquen sus esfuerzos de vigilancia, compartan secuencia con la Red Regional de Vigilancia Genómica de las Américas y notifiquen todo caso de ómicron a la OMS. La velocidad y la transparencia son especialmente importantes en este momento”, destacó la directora de la OPS.
El objetivo principal de la vigilancia epidemiológica es detectar de manera temprana los casos, permitiendo la atención adecuada de los pacientes y la implementación de las medidas de investigación, prevención y control tendientes a reducir el riesgo de diseminación de la infección en la población.
Mientras que la vigilancia genómica es cuando los científicos utilizan un proceso llamado secuenciación genómica para decodificar los genes y obtener más información acerca del virus. A través de la secuenciación genómica, los científicos pueden identificar el SARS-CoV-2 y monitorear sus cambios a lo largo del tiempo hacia nuevas variantes, entender cómo estos cambios afectan las características del virus y usar esta información para tener una mejor comprensión del impacto que podría tener para la salud, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Sin embargo, Nicaragua es la excepción en estos casos, pues fue hasta el 17 de noviembre que informó al organismo que en el país circulaban las cuatro variantes de preocupación que existía hasta ese momento —alfa, gamma, beta y delta—, es decir, lo hizo seis meses después de que recibió los materiales para poder detectar las variantes. Nicaragua era el único país de Centroamérica que no había reportado esta situación.
5-Brindar información adecuada y confiable
“Uno de los elementos más importante para controlar una pandemia, en particular la covid-19, es tener información adecuada, oportuna y alto nivel de confiabilidad. Eso significa que los países necesitan incrementar una vigilancia epidemiológica y genómica de tal manera que puedan detectar a tiempo los virus que están circulando en los países”, planteó por su parte Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS.
Según el funcionario, la región de las Américas tiene uno de los sistemas más importantes de vigilancia genómica, el cual responde a los principios de la organización que es compartir información a tiempo, entrenar a su personal y poder intercambiar información de reportes de casos y variantes, “de tal manera que todos los países que lo hacen están contribuyendo a la seguridad de nuestra región”.
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“Cuando se busca se encuentra (pero) en los lugares donde se buscan, de tal manera que el que no está buscando adecuadamente es probable que demore la detección, en ese sentido el trabajo de red genómica es muy importante. Al mismo tiempo de la detección, se requiere una información y reporte oportuno”, dijo Ugarte.
Ugarte añadió que el reporte oportuno es un elemento fundamental que debe ser no solo expandido a nivel de país sino también a los pacientes, por ejemplo, “si un paciente tiene sintomatología debe reportarlo, y si es confirmado debe reportarlo a sus familiares y entorno cercano de tal manera que todos se protejan”.
Sin embargo, el régimen de Ortega maneja la pandemia bajo un férreo hermetismo que imposibilita conocer el verdadero impacto de la pandemia en el país.