Mientras la búsqueda de la paz sigue siendo una tarea permanente en muchos países del mundo, entre ellos Nicaragua, los planes de estudio de primaria carecen de 7 de los 39 conceptos que son considerados necesarios para la Educación en Ciudadanía Mundial (ECM). En este apartado, las deficiencias del currículo nicaragüense no son tan graves como las del campo de la lectura y la escritura; sin embargo, carece de conceptos tan importantes como la inclusión, el pensamiento reflexivo y la empatía. Así lo determinan los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019, publicado el pasado 30 de noviembre de 2021.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), indica que la educación para la ciudadanía mundial “tiene como objetivo inculcar a las personas, a lo largo de toda la vida, los valores, las actitudes y los comportamientos que constituyen la base de una ciudadanía mundial responsable. Estos valores son la creatividad, innovación y compromiso a favor de la paz, derechos humanos y desarrollo sostenible.
“La Educación para la Ciudadanía Mundial aspira a ser un factor de transformación. Inculcando los conocimientos, las habilidades, los valores y las actitudes que los educandos necesitan para poder contribuir a un mundo más inclusivo, justo y pacífico”, dice el informe del ERECE.
El ERCE 2019 fue realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO. Y sus resultados determinan que “de los 39 conceptos globalizadores que organizaron el análisis de convergencia, 32 aparecen en los documentos revisados para el caso de Nicaragua”.
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El dialogo es el concepto que más aparece
Sin embargo, estos 32 conceptos que se encontraron se abordan de dos maneras: 12 de ellos únicamente a nivel declarativo; y 19 tanto a nivel declarativo como de programación curricular. El informe determina que los 12 que solo aparecen en el nivel declarativo, tienen menos posibilidades de ser incorporados en los aprendizajes que se desarrollan en las aulas que los 19 que se abordan en los dos niveles”.
Al comparar este resultado con el del resto de países de la región, Nicaragua se ubica con una presencia alta de estos conceptos. Los 32 encontrados en el currículo local, aparecen en los planes de estudio del 80 por ciento de los países evaluados. Sin embargo, los 7 que no aparecen sí están presentes en el 50 por ciento de los países que participaron en la evaluación.
Según el ERCE, el concepto globalizador que en mayor medida se encontró en los documentos nicaragüenses fue el diálogo. Este se aborda tanto en las orientaciones curriculares generales como en secciones que apuntan a la programación.
Por ejemplo, en tercer grado un indicador de logro en la materia lengua y literatura es: aplicar las normas de conversación al dialogar, exponer, escuchar y expresar sus ideas y las de las demás personas. Mientras que en sexto grado se incluye este mismo indicador de logro en la materia convivencia y civismo. Según el informe de resultados, en las principales materias en las que se encontraron conceptos de ECM, son estudios sociales y convivencia y civismo.
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Los conceptos ausentes
Con respecto a los conceptos ausentes, la inclusión es uno de ellos. Dicho concepto no aparece, pese a que es un proceso fundamental para cerrar las graves brechas que caracterizan a la sociedad nicaragüense. Este concepto, está presente en el 79 por ciento de los currículos de los países de América Latina y el Caribe que se evaluaron.
La interculturalidad es otro de los conceptos ausentes, pese a que Nicaragua es un país multicultural; este aparece en el 74 por ciento de los planes de los países evaluados. También está ausente el pensamiento reflexivo, que si aparece en los planes del 63 por ciento de los países evaluados. Otros conceptos que no aparecen son empatia, conocimiento del mundo, felicidad y fraternidad.
El informe de resultados del ERCE detalla que el estudio analizó la presencia del eje de Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM); y aunque no fue evaluado en el ERCE se incluyó por ser uno de los protagonistas de las Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
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