CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.La primera vez que Daniel Ortega fue investido como presidente de la República fue un diez de enero de 1985 y estuvieron tres mandatarios: Fidel Castro de Cuba; el presidente de la hoy disuelta Yugoslavia, Vaselin Duranovic, y el presidente de facto de Surinam, Lachmipersad Ramdat Misier.
Veintidós años después de su primera toma de posesión, en 2007, fueron trece mandatarios, además del entonces príncipe heredero de España, Felipe de Asturias, los que acudieron a la toma de posesión, incluyendo a los presidentes de México (Felipe Calderón) y Colombia (Álvaro Uribe), además Hugo Chávez de Venezuela. 2007 es cuando más presidentes lo han acompañado. En el 2012, fueron nueve, entre los que sobresalieron -otra vez Chávez- y el presidente de Irán, Mohamed Ahmadinejad junto a los centroamericanos Álvaro Colóm (Guatemala), el ahora nicaragüense Mauricio Funes (El Salvador) y Juan Orlando Hernández de Honduras. Cinco años después, en 2017, fueron seis los jefes de Gobierno, entre ellos -de nuevo Hernández de Honduras; Nicolás Maduro de Venezuela, el ahora también nicaragüense Salvador Sánchez Cerén (El Salvador) y la -a partir de diciembre pasado-, la desconocida presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.
La interrogante para este lunes 10, será quiénes se atreverán a acompañarle en la Plaza de la Revolución, cuando asuma por cuarta vez consecutiva, la presidencia de la República en una elección en la que únicamente fue felicitado por sus homólogos de Cuba, Venezuela y Bolivia y que, según el observatorio de Urnas Abiertas, participó el 19.5 por ciento de los ciudadanos habilitados para ejercer el voto el pasado siete de noviembre.
La misma formula, hasta el 2017
Otra diferencia es que en 1985 su vicepresidente fue el ahora exiliado y perseguido político Sergio Ramírez Mercado; en 2007 el ex jefe negociador de la contrarrevolución y dueño -que había sido confiscado- de la vivienda que ocupa Ortega en El Carmen, Jaime Morales Carazo; en 2012 le tocó el turno al ex jefe del ejército, Omar Halleslevens, hasta llegar a la ceremonia del diez de enero de 2017 en que fue designada su esposa, Rosario Murillo, misma que será juramentada junto a su esposo de nuevo.
Daniel Ortega tenía cuarenta años la primera vez que recibió la banda presidencial en enero de 1985. Treinta y siete años después, Ortega Saavedra ya con setenta y seis años, se convertirá en el presidente de mayor edad en asumir el cargo de presidente en Nicaragua, a pesar de que veinticinco cancilleres de la Organización de los Estados Americanos aprobaron una resolución en su Asamblea General realizada en Guatemala el doce de noviembre en la que desconocieron por ilegitimas las votaciones en Nicaragua, al declarar que, “en las evidentes circunstancias, las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”. En dicha reunión solo Nicaragua votó en contra y siete países, incluido Bolivia, se abstuvieron, mientras uno se ausentaba.
Aislamiento también en Europa
De una Eurocámara de 685 representantes, 619 diputados del Parlamento Europeo votaron el pasado dieciséis de diciembre una fuerte declaración rechazando lo que denominaron una farsa electoral, al declarar su “condena (a) la farsa electoral orquestada por el régimen de Ortega-Murillo el 7 de noviembre de 2021, que vulnera todos los parámetros democráticos internacionales de unas elecciones creíbles, inclusivas, justas y transparentes; rechaza la legitimidad de los resultados de estas falsas elecciones y, por tanto, la legitimidad democrática de cualquier autoridad institucional que surja de estos comicios amañados; apoya las declaraciones en las que se afirma que estas elecciones completan la transformación de Nicaragua en un régimen autocrático”. Apenas 25 eurodiputados apoyaron al régimen de Ortega votando en contra, mientras 41 se abstuvieron.
Bilateralmente, países como España, gobernada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), consideró las votaciones en Nicaragua como una “burla” en un comunicado de La Moncloa, sede del gobierno español. “Al igual que el resto de países de la Unión Europea y buena parte de la comunidad internacional, el Ejecutivo español constata que los comicios de ayer (7 de noviembre) han carecido de las mínimas garantías democráticas exigibles. En estas circunstancias, el Gobierno rechaza dar credibilidad y legitimidad a los resultados que puedan derivarse de este proceso.
El Ejecutivo español considera una burla estos comicios y denuncia que su celebración no refleja la genuina voluntad del pueblo nicaragüense, al que Daniel Ortega ha privado del libre y pleno ejercicio de sus derechos de sufragio. Denuncia, asimismo, la ausencia de la oposición, al estar sus líderes en prisión, ausencia de observadores internacionales y de prensa independiente, con la persecución de periodistas críticos y el veto a los enviados especiales de medios de comunicación internacionales” dice parte del comunicado español que anunció esta semana que no estaría representado en la ceremonia de Ortega y Murillo. Pronunciamientos similares ocurrieron en Canadá, Alemania, Francia y otros países en el mundo.
¿Quiénes estarán?
Diplomáticos acreditados en Managua consultados, y que pidieron el anonimato, consideran que Ortega será acompañado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. En el caso de Cuba, el otro gran aliado de Ortega, enviaría al primer ministro Manuel Marrero (no asisitirá el presidente Miguel Díaz-Canel), mientras que por Bolivia asistiría el viceministro de Relaciones Exteriores, Erwin Mamani Machaca y no el presidente Luis Arce. Sería la primera ocasión en que ningún gobernante centroamericano acompañe a Ortega en su quinta toma de posesión para un período que culminará a los 82 años, el 10 de enero de 2027.
