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Marvin Benard, mánager de los Gigantes de Rivas, uno de los equipos favoritos para ganar esta liga. LA PRENSA/ARCHIVO

Marvin Benard revela qué será de su futuro en el beisbol

Benard está al frente de los Gigantes de Rivas en la Liga de Beisbol Profesional, un equipo que, aunque terminó segundo en la etapa regular, es considerado el favorito para llevarse el campeonato. Ahora mismo tiene 3-1 y va de líder junto a Chinandega en la postemporada

Una de las principales virtudes de Marvin Benard ha sido siempre transmitir serenidad a su alrededor. Cuando jugaba lo hacía muy duro, pero sin estridencias. Parecía muy enfocado en todo momento, colocado en el lugar correcto y avispado sobre lo que venía en el juego.  

Sin embargo, repentinamente parece estar irritable. Molesto por todo. Su lenguaje corporal no puede esconder su incomodidad y por momentos hasta luce agresivo. Lo último que hizo en Estelí, fue amenazar con no continuar un partido tras fallas cometidas por los árbitros.

“Debo reconocer que en efecto hay algo de eso que se ha visto de mí y tengo que bajarle un poco. Cuando jugaba siempre lo hacía como si se tratara de una guerra y debía emplearme a fondo, pero se me olvida que yo ya no estoy jugando y debo ser más flexible”, reflexiona.

Benard está al frente de los Gigantes de Rivas en la Liga de Beisbol Profesional, un equipo que, aunque terminó segundo en la etapa regular, es considerado el favorito para llevarse el campeonato. Ahora mismo tiene 3-1 y va de líder junto a Chinandega en la postemporada.

“He tenido que ser menos duro con mis jugadores. Al principio me molestaba cuando algo no se ejecutaba bien, pero debo comprender que nadie quiere fallar y que además estamos en una competencia donde el rival también está en busca de la victoria en el mismo juego”, sostiene.

A Benard le incomodan, más que las fallas de ejecución, los errores mentales, porque eso habla de que no hay concentración. Y cuando se comete un error de esos que no están en las hojas de anotar, le pone luego especial énfasis a su corrección en los entrenamientos.

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“Uno corrige, pero sobre todo trata de enseñar aspectos que son básicos en el juego y en los que, al menos al inicio de la campaña, nos estaban impidiendo ganar. Sin embargo, como se trata de un equipo de cierta edad, le he bajado y las cosas han comenzado a fluir”, afirma.

El timonel sureño sabe que el trayecto que le separa del título no es una ruta corta y mucho menos cómoda. Sin embargo, confía en que puede conquistar el campeonato debido a todo el talento que ha sido agrupado en los Gigantes y la manera cómo van las cosas ahora.

“La liga no es fácil. El que cree que solo es salir al terreno y ganar con facilidad, no está en lo correcto. Hay que salir a luchar cada día. La liga es competitiva y tenemos que entregarnos por entero, pero sí confío plenamente en los muchachos y esa es la meta”, reconoce.

Cuando se le pregunta a Benard cómo valora su experiencia en la conducción de un equipo y si estaría dispuesto a seguir en las ligas venideras, no luce tan convencido y asegura que se ve más enseñando a niños y jóvenes que lidiando con mayores que ya tiene hábitos.

“Dirigir es difícil. Cuando jugás solo te encargás de vos mismos y seguir las indicaciones del mánager, pero ahora hay que preparar, unir, colocar y mover todas las fichas. Creo que en el futuro me veo más trabajando con jóvenes que con mayores”, indicó el dirigente.

Deportes Gigantes de Rivas Marvin Benard archivo

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