No planeé convertirme en novelista. Fui poeta antes de ponerme a narrar los dictados de mi imaginación. Fue allá por 1985 cuando sentí la urgencia de escribir de otra manera
Arnulfo Agüero
El olvido que no debemos ser
Es triste ver cómo los grandes premios literarios a la obra y no a un libro, los ganan en su mayoría, mujeres a una avanzada edad, cuando se piensa que ya no amenazan a nadie y que merecen un buen fin
La piedra con el coyol
Ortega tendría que tener claro, a este punto, que no puede seguir manejando el país desde el poder absoluto de su gusto y antojo sin pagar las consecuencias
Las asesinadas
En la foto del periódico / nosotros veremos el pie delicado / asomar bajo la sábana que tapa su cadáver