“Una parte de la muestra es documentada en impresiones blanco y negro y la otra serie son grabados collages donde desarmo, recorto, pego y armo historias a colores”, añade la artista.
Arte retrospectivo de Alicia Zamora alude al surrealismo, lo prehispánico y crisis de país
“Buenas señales”
La poesía una vez más ocupa la atención. El próximo 5 de junio el jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Letras, en España, tendrá que deliberar si el ganador será el Festival Internacional de Poesía de Granada entre más de 200 postulantes.
“Gacelas, al bailar”
“Cuando cierro mis ojos recuerdo el río San Juan, me veo organizando veladas, bailando. No había quien bailara, desde los 8 años fui una productora nata y sabía que mi vida estaría relacionada con el arte y la cultura”, dice Ana Victoria Borge Medina.
Despertar
Me despertaste al amor me alimentaste con primorosas viandas…
¿Wagner odiado?
El bicentenario del nacimiento de Richard Wagner (22 de mayo de 1813) ha reabierto la relación amor-odio de Alemania hacia su compositor más genial y controvertido, quintaesencia de la “germanidad” y a la vez universal.
Vergüenza
Era noche de luna nueva cuando Esther fue interceptada por tres hombres a una cuadra de su casa. Se la llevaron a un callejón y la violaron repetidas veces antes de acuchillarla en el estómago. Un par de horas más tarde, se levantó y caminó hasta su hogar.
Cloruro de sodio
Los ocupantes de la casa dormitan bajo las sábanas. Todos menos uno que camina sigiloso entre los cuartos. Lo despertó el golpeteo suave de las gotas que caen sobre el tejado. Baja despacio, cuidando de no hacer crujir los escalones de madera.
Cosas de familia
El color azul desvaído de este cuarto me recuerda al mar. Cuando éramos niños nos llevaban ahí todos los veranos; era el viaje tradicional de la familia. Montábamos la comida, la tele y unas hamacas en una Mazda station vagon año 76 y sufríamos gustosos las tres horas de viaje en carretera y caminos de tierra.
Enojo
Algo se movía bajo su piel. Tomó una tijera y cortó su estómago.
Poema II
Desgarraste mi vieja vestidura grande, raída, mustia y anticuada limpiaste de mi piel las telarañas del abandono y me ungiste con tu aceite y tu mirada.
Premonición
Te veo allí desnudo exhausto después del amor desprovistos de corazas guerreras de títulos y menciones. En la penumbra, solo iluminado por la sonrisa que da el placer frágil, doblegado ante el huracán de mis caricias hambriento de palabras dulces, besos y fantasías en posición horizontal, puedo ver al hombre…