Advertencia número uno de los socorristas: nunca hay que darle la espalda al mar. Aunque las aguas parezcan inofensivas, pueden resultar traicioneras.
Aguas-peligrosas-Poneloya
Advertencia número uno de los socorristas: nunca hay que darle la espalda al mar. Aunque las aguas parezcan inofensivas, pueden resultar traicioneras.