Abel VeigaReuters
SANTO TOME.- Militares derrocaron en la madrugada del miércoles al gobierno de Santo Tomé y Príncipe, en Africa occidental, mientras el presidente del pequeño país potencialmente rico en petróleo estaba en el extranjero, dijeron algunos residentes.
Tropas portando ametralladoras patrullaban la capital, tras haber tomado el control de sitios claves luego de breves tiroteos, alrededor de las 03:00 hora local (03:00 GMT).
El presidente, Fadrique de Menezes, estaba en la capital de Nigeria, Abuja, buscando ayuda para que Santo Tomé desarrolle su potencial petrolero, cuando los soldados tomaron el poder en una medida que justificaron diciendo que deseaban acabar con la pobreza.
El gobierno de Abuja condenó la acción y prometió responder si resultaban dañados los ciudadanos o propiedades nigerianos.
No hubo una reacción inmediata de Angola, otro país africano rico en petróleo, que negoció el fin de un golpe en las islas en 1995.
El líder del golpe de Estado, el mayor Fernando Pereira, declaró el estado de emergencia y dijo que deseaba formar un gobierno de transición.
“El pueblo está muriendo de hambre. Los políticos no están haciendo nada”, declaró a periodistas. También dijo que los soldados estaban sufriendo y que se había quejado varias veces.
Los soldados detuvieron a la primera ministra, María das Neves, y al ministro de Obras Públicas, Joaquim Rafael Branco, quien es responsable de las reservas de petróleo que determinarán el futuro del país, uno de los más pobres del mundo.
Santo Tomé se ha visto sacudido por turbulencias políticas en meses recientes, debido en parte a una disputa sobre la posible existencia de miles de millones de barriles de petróleo en sus costas, aunque aún no se ha hallado el crudo allí.
Las especulaciones sobre las posibles reservas de crudo han encendido la mecha de discusiones políticas en Santo Tomé, que tiene una población de 170,000 habitantes, diseminados en varias islas pequeñas.