El sistema energético de Nicaragua continúa con su fase de expansión, ya que en las próximas semanas tendrá una capacidad instalada de hasta 800 megavatios de potencia.
El ministro de Energía y Minas, Emilio Rappaccioli, manifestó que desde hace varias semanas entraron en operación 48 megavatios que generan las plantas térmicas de la empresa Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa), que están instaladas en el municipio de Nagarote, en León.
Rappaccioli explicó que la próxima semana también entrarán a operar 40 megavatios más, que serán aportados por las plantas que donó el Gobierno de la República de China Taiwán el año pasado, las cuales tuvieron un costo de 30 millones de dólares y son administradas por Albanisa.
- El Ministerio de Energía y Minas (MEM) confirmó que otorgó al grupo empresarial Andrade Gutiérrez la licencia provisional para realizar estudios de factibilidad para el desarrollo del proyecto hidroeléctrico Brito, que estará ubicado en la zona del lago Cocibolca.
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La entrada de estas dos plantas eleva la potencia de generación de Nicaragua de los 720 megavatios hasta los 808 megavatios de potencia, lo que permite mantener una reserva de 300 megavatios.
TARIFA SE MANTENDRÍA
“Las plantas ubicadas en Nagarote ya están produciendo unos 48 mil kilovatios de potencia (48 megavatios), los cuales están siendo despachados al sistema por el Centro Nacional de Despacho de Carga (CNDC). Las otras plantas ubicadas en la subestación León, que se adquirieron con una donación que hizo Taiwán, están en su etapa de prueba y posiblemente entren a operar en unos diez días, produciendo energía en términos comerciales”, especificó Rappaccioli.
“Hay que destacar que la inversión que se hizo con las plantas que donó Taiwán no será reflejada en ningún cobro de la tarifa que se le haga a los usuarios”, aseguró.
Rappaccioli reiteró que la capacidad de generación de energía producida con búnker ha aumentado, lo que permite mantener cubierta la demanda total en Nicaragua, que es de 500 megavatios.
“Se está exportando energía hasta Panamá y Honduras, lo que deja como beneficio ganancias adicionales que serán invertidas en el sistema de generación nacional, permitiendo una estabilidad en los costos de producción energética que se traduce en estabilidad de la tarifa que se cobra a los usuarios”, apuntó.
Recientemente el presidente del Consejo Directivo del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), David Castillo, confirmó que el costo promedio del megavatio que se está vendiendo a Panamá es de 240 dólares, un poco más barato que el que oferta Costa Rica, donde se vende en 300 dólares.
Rappaccioli dijo que los “problemas técnicos”, que presentaba el sistema de interconexión en Costa Rica —que no permitía pasar la energía que Nicaragua estaba ofertando a Panamá— fue superado. “Entiendo que ya todo está superado y se puede vender energía a Panamá”, apuntó.
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