El preludio a la explicación oficial de la censura fue un susurro. El magistrado electoral José Luis Villavicencio se acercó al oído de su colega, el presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes, quien hizo una mueca de risa mientras agachaba su cabeza. Apartaba el diario de sus manos, como si estuviese pringado de agua bendita.
Luego estalló. Se quedó mirando el lente de la cámara. Un sólo músculo no se movía en su rostro pétreo, y para justificar la censura que impuso en estos días a LA PRENSA, El Nuevo Diario y Canal 2, Rivas Reyes aseguró que hay medios de comunicación que “destruyen familias”, y que “no hay voces que se levanten en contra de esas injusticias”.
Afuera, apenas treinta minutos antes, se apiñaban los periodistas esperando entrar al Centro Nacional de Cómputos para escuchar el informe de mediodía.
Canal 4, Canal 8, periodistas de radio entraron campantemente y una voz firme repelió únicamente al equipo del Diario LA PRENSA.
- Según el veterano periodista Alfonso Malespín, la decisión de Rivas ni siquiera la estiló en su momento la dictadura somocista.
El experto considera que Rivas podría estarse cobrando lo que se ha denunciado sobre su patrimonio.
Creo que él piensa que es una campaña personal en su contra. Esto explicaría, entonces, que estamos frente a alguien que se las está cobrando, pero no a un magistrado que tiene la responsabilidad de asegurar información de calidad para todo el país. La cobertura electoral no es un asunto personal, opinó Malespín vía correo electrónico.
[/doap_box]
“Nos dijeron que tenían una lista y que nosotros simplemente no estábamos invitados a su fiesta electoral. Los policías se acercaron rápidamente cuando les hicimos ver que la acreditación decía todo lo contrario: colabórenle a los periodistas”, relató Octavio Enríquez, asignado a la cobertura electoral de los comicios del Caribe.
Según Enríquez, ni los fiscales sandinistas se acercaban a los periodistas, “se han creído que los periodistas somos sus enemigos en el teatro del poder”, dijo el reportero.
RIVAS HABLA DE “BOICOT” AL PROCESO
A medida que leía los resultados de los comicios, Rivas aumentó su dramatismo. Deslizaba opiniones contra los medios y hubo un momento en que cualquiera hubiera creído que se pondría a llorar.
Desde hace ocho años, su nombre aparece en las portadas. De escándalo en escándalo. De un caso de corrupción a otro. Pero él nunca se ha inmutado. No habla de lo que considera su “vida privada”.
“No creemos que quien ha boicoteado este proceso electoral en Nicaragua, y se ha dedicado a hacer análisis previos de un supuesto fraude, tenga interés realmente de conocer cómo se desarrolló el proceso ayer (domingo)”, precisó el controversial magistrado electoral.
¡POR FAVOR, QUE ALGUIEN LO DEFIENDA!
Rivas lamentó que ningún dirigente salga en defensa de su “profesionalismo”.
“Quiero también hacer un llamado a la paz, a la cordura, al respeto humano; a veces veo yo a líderes que se pronuncian en los medios de comunicación, y sin embargo, no los vemos levantar la voz cuando se trata de destruir las instituciones del Estado nicaragüense, cuando se trata de destruir la dignidad de las personas y de las familias nicaragüenses, ojalá esas personas tuviesen la misma entereza de levantar su voz en su momento”, indicó Rivas.
Desde un inicio de su comparecencia, se mostró enojado por el titular de LA PRENSA. “No es el CSE el que da un triunfo, quiero aclarar que ha sido el pueblo elector y no como dice lamentablemente un medio hoy”, aseveró.
Por la boca de Rivas, quien aprovechó para agradecer al cardenal Miguel Obando por haber llamado a votar a los costeños, solían oírse palabras como “campaña negativa” cuando hablaba de las publicaciones en su contra.
Agradeció entonces el profesionalismo a los medios constructivos, “a esos que estuvieron recorriendo con nosotros el Atlántico Norte y el Atlántico Sur” (todos medios oficialistas) ya que LA PRENSA destacó cinco equipos para la cobertura electoral que no resultó del agrado del magistrado Rivas.
DENUNCIAN MALTRATO
Ahí, a la par, Villavicencio aprobaba. Según trabajadores del CSE que pidieron el anonimato, Villavicencio ayer gritó y maltrató a cuanto trabajador se hallaba en su camino.
Todos dijeron temerle, pero el motivo principal señalado por ellos es que lo ven como alguien muy cercano a la pareja presidencial. LA PRENSA lo llamó anoche para que ofreciera su versión, pero no respondió el celular. (Colaboración de María José Uriarte y Ludwin Loáisiga.)
Ver en la versión impresa las páginas: 7 A ,1 A