Llevan 17 años esperando por un premio que creían les iba a cambiar la vida. César Baltodano y Victor Solórzano Suncín son parte de las más de siete mil personas que con los rostros cansados y envejecidos aún reclaman la “tapita” premiada de Coca Cola, que en 1993 lanzó al público una promoción que al destapar el número 195 ganaba 50 mil córdobas.
Baltodano y Solórzano se presentaron a LA PRENSA calificando de “corrupto” al magistrado Gerardo Rodríguez, presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua, por haber negado el recurso de casación.
Los demandantes señalan que en el 2006 la Coca Cola se declaró en rebeldía y en el 2008 el Juzgado de Primera Instancia falló a favor de ellos, sin embargo de repente todo el panorama cambió.
“Vamos a ir a la Corte Centroamericana y a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos porque éste es un caso de corrupción, nosotros tenemos las pruebas, pero parece que han comprado a media humanidad y hasta nuestros abogados son sospechosos porque hoy (ayer) teníamos una cita con uno de ellos y no apareció”, dijo Baltodano.
SIN PRUEBAS
El magistrado Rodríguez explicó que desde hace unos seis meses no sabe nada del caso, cuando éste fue negado en casación por irregularidades.
Según Rodríguez el grupo de demandantes que había formado una asociación no tenían personalidad jurídica, por tanto eran inexistentes, además señala que no presentaron las pruebas, en este caso las tapas.
“La casación fue negada, enviamos las diligencias al juzgado, entiendo que se fueron a un recurso de hecho porque cuando se le niega la casación la Ley le permite que se vayan de hecho, pero ahí es competencia de la Sala Civil de la Corte, ya no tenemos ninguna competencia”, dijo Rodríguez.
LA PRENSA quiso contactar a José Ignacio Barquero, uno de los abogados del grupo demandante, pero una señora dijo que él no estaba interesado en hablar.
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