Las autoridades sanitarias nacionales, en conjunto con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica), presentaron el Proyecto para el Fortalecimiento de las Actividades de Vigilancia y Control de la Enfermedad de Chagas, que se está desarrollando en cinco departamentos del norte del país.
El proyecto tendrá una duración de cinco años, culminará en agosto del 2014 y pretende beneficiar a 900 comunidades de 38 municipios que pertenecen a los departamentos de Estelí, Madriz, Nueva Segovia, Matagalpa y Jinotega.
El mal de Chagas es una enfermedad parasitaria, provocada por bichos (chinches) que se alimentan de sangre, pero que se transmite a través de las heces del bicho o por transfusiones de sangre donada por personas infectadas.
Joshihiko Matsuki, asesor líder del proyecto, indicó que la iniciativa cuenta con cuatro componentes que incluyen el fortalecimiento de la capacidad de diagnóstico y del control vectorial, es decir de destrucción del bicho transmisor.
También pretende fortalecer el sistema de vigilancia y educar a las comunidades, ya que el sistema de vigilancia no se puede cubrir solamente con recursos humanos del Ministerio de Salud (Minsa), sino que también se necesita la participación comunitaria.
LAS PRIMERAS ACCIONES
Aunque el chinche que ocasiona el mal de Chagas se encuentra en todo el territorio nacional, la región norte del país parece ser la más afectada.
Matsuki señaló que el chinche también vive dentro de las viviendas y que en las casas de adobe, sin repello o con techos vegetales (de palma), es más frecuente encontrar el bicho.
Según dijo, la enfermedad puede prolongarse hasta por 20 años, aunque en la primera fase los síntomas no sean tan fuertes, generalmente se muestran en forma de gripe. En cinco, diez o veinte años puede producir un ataque cardiaco.
Hasta el momento están desarrollando la etapa de diagnóstico del proyecto, realizando una encuesta entomológica y serológica en más de 11 mil viviendas y haciendo pruebas de sangre a más de 23 mil pobladores menores de 15 años.
Durante la presentación del programa el segundo secretario de la Embajada de Japón, Masamori Kobayashi, dijo que estos esfuerzos en contra del mal de Chagas “son muy importantes porque promueven el empoderamiento de la comunidad en el desarrollo de los recursos formados en el nivel local, con el fin de mejorar la calidad de vida de las zonas en donde se ejecuta el proyecto”.
Por su parte, el representante en Nicaragua de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jorge Luis Prosperi, comprometió el apoyo del organismo en la atención, el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno de los pacientes con la enfermedad.
“Para que la enfermedad no vaya a su etapa terminal con una cardiopatía que acabe finalmente con la muerte”, argumentó Prosperi.
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