A pesar de las adversidades que enfrenta, la numerosa familia de Aura Luz Mendiola abrió las puertas y está brindando el calor hogareño a cuatro de los cinco niños cuyos padres murieron electrocutados el fin de semana en el barrio Carlos Núñez Téllez de la ciudad de San Ramón, 12 kilómetros al noreste de la ciudad de Matagalpa, luego que éstos intentaran salvar la vida de su hijo Julio Rafael Hernández, quien tuvo contacto con un cable de tendido eléctrico.
Aura Luz Mendiola era hermana de la madre de los niños.
Además del pequeño de 12 años, quedaron en la orfandad Alex Salomón, de 14; Nubia Octaviana, de 10; Yuli Sunyán, de 4, y Eduardo Antonio, de casi 2 años y aún lactante. Los cuatro últimos ahora permanecen en el hogar de Aura Luz, frente a la Casa del Niño en San Ramón.
Aura Luz ya tiene tres hijos y su esposo —que es el único sustento de la familia— labora en unos billares de San Ramón.
Los ingresos son bajos, pero ella confía en que “si los niños (hijos de la pareja fallecida) prefieren quedarse con nosotros, aunque sea sólo con frijoles los vamos a mantener”.
Aura Luz dice que dejará decidir a los niños Hernández Mendiola si quieren quedarse con ella o si prefieren mudarse con sus abuelos, quienes viven en la comunidad Siare del municipio de San Ramón. “Donde ellos se sientan bien, para mí estará bien”, afirmó.
SIRVIÓ DE CONECTOR
En una de las habitaciones de la Unidad de Quemados del Hospital Vivian Pellas el pequeño Julio Rafael Hernández juega con una pelota plástica, mira la televisión y parece ajeno a la tragedia de la que fue víctima, pues los ánimos no le han menguado en lo absoluto.
Así lo indicó el doctor Mario Pérez, director médico de Aproquen, quien considera que el hecho de que el niño se encuentre con vida es un verdadero milagro.
“Desde el punto de vista médico y la evaluación que le hemos hecho no sabemos cómo está vivo, puede ser un milagro porque lo que él tiene son pequeñas lesiones: una en el antebrazo, que es de un poco más de un centímetro y la otra en la parte central del tórax”, explicó Pérez.
Los médicos concluyen que posiblemente el niño actuó como medio para transmitir la energía a sus padres, ya que el cuerpo humano, por estar conformado por agua, actúa en estos casos como conductor volumétrico.
“Nosotros presumimos que fue una descarga importante de energía de alta tensión, ya que sólo el hecho de que los dos padres murieron, nos habla de la envergadura, del golpe eléctrico que recibió”, dijo el doctor Pérez.
Según el médico, aunque el niño recibió la descarga inicial, tiene menos del uno por ciento de su cuerpo con quemaduras y que afortunadamente la descarga no provocó ninguna alteración del ritmo cardíaco ni tuvo problemas con las vías urinarias, complicaciones muy frecuentes cuando se dan quemaduras por descargas eléctricas.
Hasta el momento las pequeñas quemaduras se están manejando localmente con antimicrobiano tópico y se mantienen cubiertas con gasas. Sin embargo permanecerá unos días más en el hospital recibiendo atención sicológica para que pueda asimilar la dura noticia de la muerte de sus padres.
VA A SER COMPLICADO
Tatiana Castillo es la sicóloga que tuvo la responsabilidad de comunicarle a Julio Rafael la muerte de sus padres. Según ella, desde el lunes tuvo que trabajarlo para que definiera sus conceptos de muerte y hablara sobre sus creencias religiosas, como un preámbulo para comunicarle la noticia.
“Va a ser un duelo complicado porque fueron los dos papás que murieron de una manera repentina (…) además va a ser complicado porque él no los miró, no los tocó, no estuvo en su entierro. Es diferente cuando alguien vive todo el proceso, pero a él se lo arrebataron”, explicó la sicóloga.
INSISTIRÁN A GAS NATURAL
Aura Luz Mendiola, quien ahora está a cargo de los niños, sostuvo que insistirá ante Gas Natural para que esa empresa asuma alguna responsabilidad y apoye con la manutención de los niños.
“En la mañana esa línea estaba en el suelo y le avisaron a Unión Fenosa (el nombre anterior de la empresa distribuidora de energía), pero ellos no se aparecieron”, afirmó Aura Luz, agregando que “como familia quisiéramos que Unión Fenosa se haga responsable porque ellos tienen culpa por no venir a componer eso, por no atender el llamado cuando uno les avisa, sino que hasta que pasa un accidente ellos se aparecen”.
Sin embargo, las empresas distribuidoras Disnorte-Dissur de Gas Natural explicaron ayer mediante una nota de prensa que una conexión ilegal utilizada para suministrar energía a una luminaria fue la que provocó el incidente de este sábado, donde murieron los padres de Julio Rafael.
Por su parte el alcalde sandinista de San Ramón, Marvin Aráuz, así como el jefe de la unidad de la Policía, capitán Manuel Cisne y el segundo jefe del Cuerpo de Bomberos Voluntarios en ese municipio, teniente José Ignacio Juárez Gómez, coincidieron al apuntar que el cable era de la línea de alumbrado público y no se trataba de alguna conexión ilegal.
En tanto, Aura Luz Mendiola mostró algunas facturas y el contrato por el servicio de energía eléctrica a nombre de Nubia del Carmen (ahora fallecida), como prueba de que en la casa de la pareja que perdió la vida la conexión del servicio “sí es legal”.
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