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Rhina Cardenal DeBayle

Romper el silencio… ¿y después qué?

Como expliqué en mis artículos anteriores sobre este tema, tuve que superar muchísimos temores y sentimientos contrapuestos para atreverme a hacer una denuncia ante las autoridades, y luego pública, esperando que se haga justicia y comenzar el proceso de sanación.

Ya el proceso de la denuncia en sí es bastante traumático, pues hay que relatar con lujo de detalles, una y otra vez, los múltiples hechos de violencia ocurridos. Con esto, aunque se revive el dolor, también se van abriendo más los ojos al reconocer que uno ha vivido repetidamente los típicos ciclos de la violencia conyugal: 1. Acumulación de tensión, 2. Episodio agudo de violencia y 3. Etapa de calma y/o Luna de miel.

Denuncié el último hecho de violencia, el que derramó el vaso, en la Comisaría de la Mujer y la Niñez de la Policía Nacional en mi Distrito, describiendo los hechos ante la oficial que recepciona la acusación, la trabajadora social, la perito y la psicóloga de la misma institución, quienes sospecharon que no fue un hecho aislado, sino parte de un prolongado y sistemático abuso emocional y psicológico, que constituye delito en nuestro país.

Ellas investigan, confirman la veracidad de los hechos, te brindan protección, solicitan medidas de restricción contra el agresor (que a pesar de ser “urgentes”, el juez tarda varios días en otorgarlas) y te remiten al Instituto de Medicina Legal para determinar, científicamente, si la violencia ha dejado lesiones, su severidad y la permanencia de las mismas.

Luego de someterme a diferentes pruebas y entrevistas, los médicos forenses emitieron su dictamen, que fue adjuntado a las investigaciones policiales. En mi caso determinaron que la exposición a una sistemática y prolongada violencia en mi matrimonio me produjo LESIONES GRAVES, algunas tal vez irreversibles.

El expediente fue remitido a la Fiscal del Distrito, quien, tras examinar las evidencias recabadas por la Policía, determinó los delitos cometidos por el agresor, preparó e introdujo la acusación penal en los juzgados por “Violencia Intrafamiliar con Lesiones Graves” y pasó el expediente a la sede central del Ministerio Público, en donde, por las características tan peculiares de este delito, se ha creado la Unidad de Género de esta institución que asume la defensa de mis derechos, como víctima, y da seguimiento a la acusación.

Aparte de mi familia, amigas y mi abogado, en este momento también solicité, y he recibido, el valioso acompañamiento de organizaciones civiles de defensa de los derechos humanos y de la mujer.

En los juzgados la acusación fue remitida a un Juez de Audiencia, quien, a pesar que se supone que debe obligar al acusado a presentarse, ha programado y cancelado cuatro veces la audiencia, admitiendo todas sus excusas y leguleyadas para no asistir a responder por los cargos en su contra.

La preparación emocional para enfrentar este doloroso proceso público no ha sido fácil, y cada vez que se cancela una comparecencia me invade nuevamente el sentimiento de impotencia que sentía cada vez que recibía el maltrato en mi hogar. Retumban en mi cabeza las palabras que con frecuencia me decía: “¡A mí nadie me gana! ¡Cuento con todas las influencias y el poder para manejar los juzgados y los medios de comunicación! ¡Te estás metiendo en las patas de los caballos!”, etc.

También se ha dejado plantada a la Fiscal, su equipo y a toda mi red de apoyo, quienes, por la Gracia de Dios, están en la disposición de acompañarme cuantas veces sea necesario.

Cuando esto sucede, hay, lo que los expertos llaman “la revictimización”, y los daños se profundizan en la víctima, que no obtiene justicia. ¿Por qué todas las consideraciones son para el agresor y ninguna para la agredida?

¡Lo único que falta es que cuando al fin se realice la audiencia el juez continúe siendo condescendiente con el agresor y encuentre alguna excusa para no aceptar la acusación!, obligándonos a redactar de nuevo la acusación con más dolorosos detalles de lo sucedido.

Como podrán ver, con lo engorroso y doloroso de este proceso, la lentitud del sistema judicial, y la condescendencia que la sociedad en su conjunto trata a los agresores, ¿todavía nos preguntamos por qué es tan generalizado este delito y por qué tan pocas víctimas nos atrevemos a denunciarlo?

Tal vez están apostando al desgaste, pero no sucederá, pues continúo con fe absoluta en que Dios está conmigo y que tarde o temprano la justicia llegará.

Tengo la firme convicción en lo que todos los estudios dicen: El freno de la violencia y la sanación de las víctimas, necesariamente pasan por romper las cadenas del silencio y lograr que la sociedad y la justicia hagan responsable de sus viles actos a los agresores, por lo que yo, ¡no claudicaré!

Opinión después romper silencio trauma violencia archivo

COMENTARIOS

  1. Fernando Avellan
    Hace 14 años

    Rhina, mi solidaridad y apoyo moral si de algo te sirve. Conozco tu caso y te asiste la razon, ho hagas caso a estas criticas que son dirigidas, no te desalientes y sigue adelante, Dios te dara fortalezas, las calumnias y falsedades que surgen son para danar tu imagen y desmoralizarte, fuerza y fe en el creador.

  2. observador
    Hace 14 años

    Por el orden de la hora en que escribieron los tres primeros comentarios y la similitud de los argumentos,da la impresion que vienen de la misma persona atacando a esta sra;no conozco a Rhina ni tengo la menor idea quien es pero no creo etico que la misma persona se ponga diferentes nombres para atacarla;esa tactica la usaron los familiares de Farinton y no les funciono;esa es tactica sandiaorteguista

  3. Marlen
    Hace 14 años

    A esta señora no la conozco y es muy facil juzgarla por lo que estas personas dicen de ella. Pero uds. no se han puesto a pensar que si tomaba es porque tenia un tremendo trauma con el esposo? y esa era la forma mas viable de hacerle frente a los atropellos?

  4. Julio
    Hace 14 años

    Vuelvo y lo digo, que somos tremendos jueces! no nos importa las secuelas de este abuso o de cualquier otro. Me pregunto yo, sin todos estos jueces que exponen sus opiniones han convivido con al Sra. Cardenal? recuerden que existe un Dios, que todo lo ve, y el unico capaz de jusgarnos por nuetras acciones. Es facil decir unas cuantas estupideces y no vemos el efecto negativo que pueda tener en la persona, que solo busca la manera que se haga justicia, atraves de los hechos comprobados.

  5. Rhina Cardenal DeBayle
    Hace 14 años

    No me extranan estos sucios y cobardes ataques a mi honra, escondidas en el anonimato. Es de sobra conocido que desgraciadamente SIEMPRE, la defensa de los AGRESORES es atacar y pretender ensuciar la honra de la victima para esconder sus culpas y no enfrentar sus responsabilidades.Dios les perdone esta nueva barbaridad!Tarde o temprano todo regresara!Ojala ustedes o sus hijas no tengan que vivir lo que yo vivi!Continuo caminando con mi frente en alto! Perfecta? Nadie! Digna y honrada, SIEMPRE!

  6. Ma.Lourdes Bolaños
    Hace 14 años

    Estimada Rina:

    Admiro tu fortaleza y decisión que es de mucho valor para seguir luchando contra ese mal que nos acosa, lo que me llama la atenciòn es que tu etica ha sido impresionante y nunca has mencionado al agresor; lo interesante es que entre “las nuevas agresoras “que te han contestado lo han dejado descubierto.
    La solidaridad entre mujern que estamos concientes debe de ser manifistas por eso recibe mi apoyo hoy y sempre.
    Ma.Lourdes

  7. Marcela
    Hace 14 años

    Todos los que hablen mal de dona Rhina Cardenal son unos Desgraciados…Dejen de hablar asi de esta senora que sufrio tanto maltrato fisico y verbal por parte de un jodido desgraciado…descalibrado mental…asi que se tapan esa bocota o se las veran conmigo.

  8. chiquitita
    Hace 14 años

    Estimada Rhina desconozco tu problema pero por tu articulo dedusco que has pasado por situaciones tristes y a veces se dan y se repiten porque nosotros lo permitimos.recuerda que el que pega una vez pega dos veces y por eso debemos de actuar y no callar. animo y entregale tus problemas a Dios nadie se marcha sin pagar la factura y esta se paga aqui y todo tiene su castigo y su recompensa. ten fe y todo tendra un feliz termino.

  9. NOHEMY
    Hace 14 años

    Sra. Rhina: existen muchas mujeres que en realidad sufren de violencia intrafamiliar y tienden a callar, no buscan de especialistas para tratar su problema se aferran a Dios y se apartan de lo que le ocasiona tanto daño (Pareja). Es lamentable que una personalidad como usted este cayendo tan bajo no se deje llevar por lo material, eso es superficial, dele gracias a Dios que ya no esta con su supuesto agresor y siga adelante con su vida no busque culpable porque en muchos de los casos los que s

  10. edgard
    Hace 14 años

    primero creo que es muy poco digno de que una mujer sea abusada de cualquier manera no solo los que pegan causan daño, ahora que mismas mujeres sean las mas ofensivas a la hora de comentar en este foro es trste sobre todo cuando se defiende lo indefendible como es el abuso y enmascararse en alias solo para atacar de una manera vulgar la vida privada de una dama que no tiene porque ventilarse de ninguna manera ya que el articulo solo trata de una critica al sistema de justicia .

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