El fenómeno de La Niña podría aumentar la actividad de los ciclones en lo que resta del año, debido al fortalecimiento que alcanzó en el mes de julio.
El anuncio lo hizo la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) recientemente, a través de su Centro de Predicción Climática, en Estados Unidos.
En su última actualización de pronósticos, la NOAA anunció que este año podría haber entre 14 y 20 tormentas nombradas, de las que ocho a 12 se convertirían en huracán, con cuatro o seis de éstos intensos.
Estos datos pertenecen a la cuenca del océano Atlántico, que es de donde proviene la mayoría de ciclones que afecta a Nicaragua.
Si se toma en cuenta que en lo que va de la temporada ciclónica ya pasaron tres tormentas, esto significa que faltan entre 11 y 17 por formarse, siempre que se cumplan los pronósticos de la NOAA.
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Esta cantidad es suficiente para pensar que habría más de una tormenta tropical cada semana en la cuenca del océano Atlántico, que incluye el Golfo de México, y el Mar Caribe, frente al que Nicaragua tiene más de 550 kilómetros de costa.
El hecho de que pueda considerarse la posibilidad científica de un huracán cada 15 días, indica que el nivel de actividad anunciado por la NOAA realmente es alto.
UNA TORMENTA MENOS QUE LA MÁXIMA HISTÓRICA
Cabe recordar que el número máximo de tormentas que se esperan cada año es de 21, porque esa cifra no se alcanza desde 1931, a excepción del año 2005, cuando la marca histórica llegó a 28.
Pensar en 20 tormentas nombradas indica que ésta podría ser una de las temporadas ciclónicas más activas, especialmente porque todavía faltan algunas semanas para que inicien los meses de septiembre y octubre, considerados los más “huracanados” del año.
Sin embargo, esto no significa que no hayan tormentas o huracanes en agosto o noviembre. El huracán Félix “nació” el último día de agosto de 2007, y el Ida se formó en noviembre de 2009. Ambos ciclones impactaron en territorio nicaragüense.
El promedio de tormentas que se desarrollan cada año es de 9.6, el de huracanes es de 5.9, y el de huracanes intensos, capaces de tumbar un árbol, es de 2.3. Todo esto suele ocurrir entre junio y noviembre.
Nicaragua es sólo uno de más de 30 países, con costas en el Mar Caribe, que están expuestos a los ciclones. No obstante, el 70 por ciento de los impactos recibidos en el territorio nacional se han dado en las últimas tres décadas. Además, incluyendo uno por año desde 2007.
El aumento en la cantidad de tormentas nombradas en el Atlántico se debe a que la superficie de este océano se calienta un poco más de lo normal cuando se presenta el fenómeno de La Niña, ofreciendo las condiciones ideales para la formación de ciclones.
Hasta el momento, Nicaragua no ha recibido la “visita” de ningún huracán, pero este año ha sido pronosticado como similar a 1998, cuando el huracán Mitch destruyó una buena parte del país.
De cualquier manera, esto no significa que 2010 debe ser exactamente a sus años homólogos.
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