El Instituto de Medicina Legal confirmó que la muerte de la joven Maykeling Elizabeth Hernández Jarquín, de 26 años, no fue por la vía del ahorcamiento y que fue asesinada.
Según los resultados del instituto la ahora occisa presentaba golpes en sus brazos, una herida con arma blanca en el rostro y una quebradura de nariz provocada por un golpe.
Aparentemente el asesino quiso distraer a las autoridades haciéndoles pensar que se trataba de un suicidio, cuando ató del cuello parte del cable del equipo de sonido, pero no pudo colgar el cuerpo en la solera de la casa.
La víctima tenía menos de un año de estar viviendo con su padre, con quien se había reunido después de 26 años.
La Policía del Distrito Diez reportó que en el caso estuvieron tres detenidos por sospechas de homicidio: un sujeto conocido como “El Pegado”, quien se encargó la madrugada del domingo de trasladar en la motoneta a Hernández y llevarla a su casa junto con su acompañante.
Otro de los detenidos fue el exmarido de Maykeling; Harving Salvador Solórzano Largaespada, de 27 años, y Michael Otoniel Molina, portero de la coctelería Los Chacalines.
Este último fue el único que quedó detenido, pues en las uñas de la víctima se encontró rastros de piel cuyo ADN coincide con el del detenido. Todo parece indicar que Hernández discutió con este sujeto, a quien le causó un rasguño en la nariz.
El exesposo de la víctima fue dejado en libertad al igual que “El Pegado” por no encontrarse relación en los hechos.
SEPARADOS
La madre de Harving, Idalia Largaespada, notificó que ambos (Solórzano y Hernández) tenían una buena amistad por sus hijos y que desde hacía siete años se habían separado. Opinión que fue respaldada por los familiares de la ahora occisa.
“Todas las acusaciones que dijo el papá biológico de mi exnuera, contra mi hijo, no sirvió de nada, porque es inocente y las pruebas quedaron bien claras, a quien deben investigar es a él”, mencionó Largaespada.
La última llamada que recibió la familia de la jovencita fue a las seis de la mañana del domingo, dos horas después desde que había llegado a su casa en compañía de Michael (portero), con quien desconocen el tipo de amistad que tenía.
“Lo último que nos dijo fue que llegaría a la casa en cinco minutos porque iríamos a la playa”, dijo una de las primas de la mujer.
Maykeling deja dos hijos en la orfandad de 5 y 8 años, los que vivían con la abuelita paterna, doña Idalia Largaespada.
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