El estado de salud de Fátima Hernández empeoró ayer, pero la joven mantuvo su decisión de ayuno voluntario como presión a los magistrados de la Sala Penal, de la Corte Suprema de Justicia, que emitan lo más pronto un fallo sobre su caso.
Esteban Hernández, padre, refirió que ayer su hija siguió con vómito, sufre de fiebre y ya no se pone en pie por sí sola.
Hoy cumple nueve días que Hernández se instaló frente a las instalaciones del Poder Judicial a la intemperie, pese al estado lluvioso de los últimos días. La joven demanda de los magistrados de la CSJ un fallo inmediato después de celebrar la audiencia de casación el pasado 6 de junio contra su agresor sexual Farington Reyes.
Esteban Hernández dijo que, aunque instó a su hija a suspender la huelga de hambre, esta rehúsa escuchar consejos. Insiste en continuar con su reclamo, pese a que su vida pende de un hilo, después de pasado los siete de días de ayuno, como advirtieron médicos privados.
El padre de Fátima refirió que le insistió a la muchacha “que no valía la pena perder su vida” por este caso. Pero su hija alegó que ella con su protesta pretende establecer un precedente ante las autoridades.
El secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, anunció que hoy realizará una visita a la joven a fin de insistirle que desista de la huelga de hambre, “porque definitivamente está atentando contra su integridad física”.
A Carmona le preocupa que el estado de salud de Hernández se deteriore rápidamente.
“Lamentamos que estos sean los métodos que utilizan las personas para que pueda prevalecer la justicia”, manifestó Carmona.
El defensor de derechos humanos se sumó a la demanda de la huelguista para que los magistrados se pronuncien a la mayor brevedad y se respete el fallo original de primera instancia, donde Reyes fue condenado a ocho años de cárcel.
DUDAN DE JUSTICIA
El Tribunal de Apelaciones de Managua rebajó la pena a seis años de prisión.
Y aunque la Sala Penal está en tiempo para resolver en este caso, las dudas de la víctima y su familia de que los magistrados beneficien a Reyes le ha llevado a reclamar de forma anticipada. Las dudas de Hernández están motivadas en la actuación que ha tenido en este caso el fiscal Julio Montenegro, quien desde la audiencia de apelación defendió al acusado en lugar de representar a la víctima.
El alegato de Montenegro en la audiencia de casación fue de que esa institución “con objetividad defiende los intereses de las víctimas, pero en algunos casos el imputado se convierte en víctima”.
“Debe haber una duda razonable a favor del reo, ya que no se puede aplicar mal la ley penal, lo alegado por la supuesta agredida de que el acusado la agarró del pelo, la mantuvo con la cabeza baja y conduciendo un vehículo es notoriamente increíble”, alegó Montenegro. También aseveró el fiscal en ese momento de la audiencia de casación que Reyes nunca fue visto en la escena del hecho, para ello retomó la versión de testigos del acusado —que en primera instancia no pudo ser fundamentada— de que ese día del hecho Reyes estuvo en una fiesta de 15 años.
Carmona estima que esto evidencia que la justicia no camina por los senderos debidos. Y en esta situación tiene mucha responsabilidad el Ministerio Público.
“Es triste el papel que está jugando el Ministerio Público porque se está volviendo cómplice de una violación. Es condenable que la Fiscalía que debería estar a la par de la víctima más bien la ha dejado sin protección jurídica. Y más bien la Fiscalía no está cumpliendo con ese rol creado de defender a la víctima”, manifestó el secretario ejecutivo de la CPDH.
“La Fiscalía se vuelve cómplice al apañar una violación, por eso estamos como estamos porque no hay justicia verdadera que represente a las víctimas”, reclamó Carmona.
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