Bengasi, Libia/EFE
Los rebeldes tomaron hoy un cuartel militar que continuaba en manos de las tropas fieles a Gadafi, en la localidad de Zuwara, a unos 120 kilómetros al oeste de Trípoli, así como la prisión de Abu Salim, situada en la capital, según el canal emiratí Al Arabiya.
El cuartel, conocido con el nombre de Mazraq al Shams, se encuentra entre la capital y la frontera tunecina.
A pesar de la toma de esta base militar, los combates continúan y el comandante rebelde Sanusi Al Mohamed ha pedido refuerzos y munición.
“Nos hemos quedado sin munición y ya no podemos continuar la lucha contra ellos”, dijo a Efe vía telefónica Al Mohamed, que pidió ayuda a la OTAN y al Consejo Nacional de Transición (CNT) para evitar que se pierda el terreno perdido.
Asimismo, el miembro del CNT Yuma al Qotami aseguró al canal que la prisión de alta seguridad Abu Salim, conocida por ser escenario del asesinato de más de 1.200 personas a manos de las autoridades del régimen libio en 1996, ha caído hoy bajo control de los rebeldes.
Al Qotami declaró que los insurgentes habían entrado y liberado a los activistas que se encontraban retenidos en este lugar.
Por otra parte, el subdirector de los servicios secretos libios el general de Brigada Jalifa anunció hoy en unas declaraciones al canal de televisión Al Arabiya su renuncia oficial y su desvinculación con el régimen del coronel Muamar el Gadafi.
“Mi desvinculación se produjo hace tiempo”, dijo Jalifa, que instó al pueblo libio a unirse a las filas de los rebeldes.
Este canal, de capital saudí, también difundió una entrevista con el tío de Muamar el Gadafi, Ahmad Gadafi al Dam, en la que instó a las poblaciones que todavía se mantienen fieles al coronel libio, a que se sienten a negociar con el CNT para detener “el derramamiento de sangre”.
Gadafi al Dam, que aseguró que se había mantenido neutral durante el conflicto, indicó que los libios querían democracia y que eran una sola familia.
Al Dam que abandonó Libia con destino a Egipto poco después del estallido de la revuelta, mostró su deseo también de que esta batalla sea una vitoria de toda Libia, en línea con las posturas mostradas por numerosas autoridades y personalidades que han llamado a evitar que se produzcan represalias.