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Sergio Ramírez

Los votos contados a solas

Me contaba Luis Yáñez quien vino a observar las elecciones del domingo pasado en Nicaragua a la cabeza de la misión de la Unión Europea, que una vez le tocó cumplir un trabajo semejante en una de las nuevas repúblicas que habían surgido al desmoronarse la Unión Soviética.

El viejo líder supremo del partido se había cambiado de disfraz y se presentaba como candidato a presidente porque no tenía más alternativa que jugar a demócrata ante los nuevos tiempos. El día de las votaciones le tocó a Luis ir a un área rural bastante alejada de la capital a ver cómo andaba el proceso, y a la hora en que se acercaba el escrutinio llegó a una escuela donde el profesor, que era el presidente de la mesa, se negó a dejarlo entrar. Le mostró su credencial, insistió, el otro se resistía, y de pronto el hombre lo que hizo fue tomar la urna de votos y salir corriendo con ella por un pasillo hasta encerrarse en su oficina. Luis entró tras él, y se encontró con que había vaciado todas las papeletas en el suelo, y con la urna vacía en las manos lo miraba con sonrisa triunfante.

El destino de la democracia en aquel país, con los votos desparramados en el piso, quedaba así ilustrado mejor de lo que pudiera decirlo cualquier informe técnico. Por supuesto que el viejo líder ganó las elecciones, y luego lo sucedió su hijo, seguramente porque los presidentes de mesa siguen huyendo, llevándose como botín las urnas con los votos.

Esta historia podría parecer escrita por Gogol, o por Pirandello. Alguien que sale corriendo con la urna llena de votos, en toda buena literatura es un personaje risible, un personaje de comedia pero con un sustrato trágico, y ese personaje es capaz de encarnar a la historia real, darle rostro, y darle un sentido. Y es una imagen de lo que pasó en Nicaragua este domingo. El partido oficial se llevó las urnas con los votos y se encerró a solas, desparramó las boletas por el suelo, y se sentó a contarlos sin testigos. Frente a cualquier observador que abriera de pronto la puerta, y lo encontrara en su tarea fraudulenta, lo que haría sería reír.

En miles de juntas receptoras los votos fueron contados a solas, porque existió desde el principio un plan deliberado y concertado para impedir que los fiscales de los partidos de oposición estuvieran presentes. Se les denegaron las credenciales a través de toda clase de trampas, y en comunidades rurales donde ya no pudieron impedir que los fiscales se integraran a las mesas, simplemente no se abrieron los centros de votación.

Miles de ciudadanos pelearon hasta el último momento porque se les entregaran sus cédulas de identidad, protestando por medio de sitios a las oficinas electorales, con tranques de carreteras, y al final, en uno de tantos casos, tomaron por asalto esas oficinas, sacaron las cédulas retenidas, y fueron a entregarlas al cura para que se encargara de repartirlas a sus legítimos dueños. Ahora, en lugar de la puesta de una pieza de Pirandello, tenemos una película de Berlanga.

Donde se denegaron las cédulas fue porque el partido oficial temía perder; mientras tanto, a sus propios partidarios, las cédulas les eran entregadas a domicilio, cortesía de la casa. Y miles de muertos, como en las Almas Muertas de Gogol, figuraban en las listas del padrón que el elector debía consultar en los centros de votación para saber a qué junta receptora dirigirse. En Matagalpa, leo, un humilde votante, Jacinto Villalta López vio en la lista el nombre de su hija Claudia Carolina Villalta Cano, fallecida de cáncer en 1999, a los 21 años de edad. Ya había votado desde el más allá, o alguien lo había hecho por ella. No le quedó sino llorar.

Roberto Courtney, el director de Ética y Transparencia, un prestigioso instituto que ha observado y evaluado los anteriores procesos electorales en Nicaragua, y al que esta vez se le negó participación, ha declarado que de las 13 reglas internacionales que sirven para medir la transparencia de unas elecciones, estas del domingo salen aplazadas en 12. Es decir, pierden toda credibilidad. Lo mismo ha dicho Roberto Bendaña, presidente de otro de los organismos consagrados a la observación electoral, Hagamos Democracia, al que también se le denegó la participación. Las ha calificado de bochornosas.

Hubo en estas elecciones 12 mil Juntas Receptoras de Votos, y en cerca de cuatro mil de ellas el partido oficial se quedó solo contando los votos a su gusto. Donde no había ni un solo fiscal de la oposición, el votante se enfrentaba a los directivos de la mesa electoral que son del partido oficial, o afines a él; a los fiscales del partido oficial, a los policías electorales nombrados por el Ministerio de Gobernación, es decir, por el partido oficial. Y en todas las demás estructuras, de abajo hacia arriba, estaba el partido oficial con sus mil manos y sus mil rostros, hasta llegar al Consejo Supremo Electoral, integrado todo por magistrados del partido oficial, o fieles al partido oficial.

Toda una maquinaria teatral donde actores y actrices principales y secundarios, tramoyistas, teloneros, apuntadores, guionistas, libretistas, pertenecen sin excepción al partido oficial. Una gran puesta en escena. Una gran farsa.

De esta manera, el comandante Daniel Ortega, cuya candidatura era ya de todas maneras ilegal porque la reelección está prohibida por la Constitución, aparece ganando, según los resultados oficiales, por más del sesenta por ciento de los votos, y por más de setenta por ciento en Managua. Camino a la unanimidad que alcanzará en el futuro.

Porque al partido oficial, en las mismas elecciones, le ha sido adjudicado un número abultado de diputados, suficientes para cambiar la Constitución Política, establecer la reelección sin plazo ni medida, y darnos un régimen político de democracia directa, regido por los Comités de Poder Ciudadano, viejo y obsoleto sueño que ahora va a tomar cuerpo.

¿Ganó el comandante Daniel Ortega estas elecciones? ¿Cuánto votos sacó de verdad? ¿Cuántos votos sacó de verdad el candidato que se le oponía, Fabio Gadea Mantilla? Parece que ya nunca podremos saberlo.

Al final de la función, los reflectores caen sobre la figura del hombre solitario que cuenta los votos sentados en el piso después de vaciar la urna con la que ha huido a la carrera. El autor es escritor. Santiago de Chile, noviembre 2011.

Opinión

COMENTARIOS

  1. Cristobal
    Hace 12 años

    Entonces son Brtheder Usted y el de la Mision Europea, y se reunieron entonces ya estoy un poco mas claro de la mision europea.

  2. Linda
    Hace 12 años

    Gente influyente, embajadas, entes internacionales: por favor les pedimos que no nos abandonen. No se den por vencidos y acepten una disque victoria con trampa, acoso y violencia. El pueblo de Nicaragua esta con la moral muy abajo y sin saber que hacer. Sabemos y tenemos pruebas contundentes de que no esto fue una burla, que jamas existio ni el concepto de elecciones limpias. La gente esta dispuesta a apoyar, pero necesitamos liderazgo y repudiar esta burla de elecciones.

  3. DenisSomarriba
    Hace 12 años

    No tengo nada que agregar,te felicito Sergio por tu articulo;lo que ha hecho ortega sobrepaso hasta los calculos de cualquier fraude anterior;ortega quedo como el “rey del fraude”;el mafioso mas grande de America, a nivel de Chavez y los castros;con Somoza no lo comparo por que seria un insulto;es cierto que Somoza era mafioso,pero no como ortega,que ademas de mafioso ortega es una persona sin ningun escrupulo ni moral,violador de leyes,ninias,en fin,los siete vicios del garrote,saludos,USA

  4. JCanoS
    Hace 12 años

    La UE no ha dicho que hubo fraude en las recientes elecciones, porque su cometido no es calificar el “hecho electoral” -lo que sería políticamente incorrecto-, sino describir lo que ha constatado: que sólo en un 63% de los centros se permitió observar y controlar, aparte de no poder votarse por falta de cédulas, votos múltiples con peregrinación por centros, votos de difuntos y exclusión de fiscales de otros partidos. Una miscelánea de corruptelas y oscurantismo total. ¡Todo nulo!

  5. Gustavo
    Hace 12 años

    EXCELENTE!!! Ahora solo queda seguir denunciando y protestando dia a dia en cada rincon de Nicaragua

  6. Francisco Mejia
    Hace 12 años

    una triste realidad, la historia de caudillismo y dictadura se repite nuevamente, cómo si los nicaragüenses nunca hubiesen aprendido nada de su historia! Ahora, que el mundo ha empezado a despertar y luchar activamente contra regimenes totalitarios y dictactoriales, como ocurrió en Egipto, Tunesia…y últimamente Libia, sólo en Nicaragua ocurre todo lo contrario, se sigue fortaleciendose una dictadura familiar nefasta. Cuanto tiempo tendrá que pasar para que digamos Basta y despertarnos!!!

  7. Anonimo
    Hace 12 años

    mientras en otros paises los partidos politicos se pelean por ayudar a su nación, en Nicaragua nos peleamos, no solo los partidos si no todos los nicaraguenses y a su vez somos reprimidos por nuestro presidente.

  8. l.castillol
    Hace 12 años

    Tálvez Ortega sacó el 5% de votos el de sus hijos entenados Rivas,robando y bravo,los serviles más arrastrados migajeros,y unos cuantos turbas delincuenciales de la tenebrosa pareja presidencial del terror y esto que pregonan amor y paz,y ya llevan un cementerio a cuestas,la policia partidaria ataca a su pueblo,lo oprimé,lo encarcela imnjustamente,aunque vea que los delincuentes jveniles que contratan para másacrar al pueblo,la policia,se muestra indiferente más bién los proteje a ellos y

  9. El Turba
    Hace 12 años

    Muy bonito cuento el del Dr. Ramírez. La historia de estas elecciones, y la de Nicaragua en general, sería otras si los llamados partidos de oposición trabajaran verdaderamente por los más necesitados de este país, que cosntituyen más de la mitad de la población.

  10. Elizabeth
    Hace 12 años

    Ningún organismo internacional puede arreglar el desastre de oposición de Nicaragua. Todos se limitan a pasar criticando todo lo que venga del sandinismo y esa es su única labor y sus representantes sólo procuran agarrar su hueso. Han perdido el voto popular por eso, no han estado con el pueblo y para el pueblo. Sumen votos: taxistas, buseros, tricicleros, caponeros, comerciantes, pequeños empresarios, campesinos, evangélicos, deportistas, artistas populares, etc. Por quién votaron? Tra

  11. Manolo
    Hace 12 años

    Genial! Otros resultados de esta comedia son: 1. la policía ahora ni siquiera oculta su color partidario; 2. se ha vuelto a polarizar la sociedad nicaragüense como en los años ochenta; 3. la magnitud de la gente coludida es impresionante, son miles. Ellos lo saben y de eso se gozan. Los “valores revolucionarios” que están desarrollando en los jóvenes utilizados los conducen al desarrollo de prácticas corruptas. Lo practican con mucha dedicación y esfuerzo, sin ruborizarse. Lo miran normal

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