El papa Benedicto XVI, acompañado de dos niños italianos del movimiento Acción Católica Romana, liberó desde la ventana de su apartamento, en el Palacio Apostólico, dos palomas como símbolo para pedir la paz en Roma y en el mundo. “Quieren quedarse en la casa del papa”, bromeó Benedicto XVI, pues las palomas se negaban a emprender el vuelo y una de ellas volvió incluso a entrar en el estudio del pontífice.
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