RIO DE JANEIRO / AFP
Cientos de policías civiles, policías militares (PM) y bomberos de Río de Janeiro votaron ayer en la madrugada a favor de una huelga, en una asamblea pública realizada en el centro de la ciudad, lo que amenaza al Carnaval, una de las mayores fiestas del mundo, y que comenzará el 17 de febrero.
Los salarios de la policía de Río de Janeiro se hallan entre los más bajos del país, y rondan los 700 dólares al empezar.
Los huelguistas están insatisfechos con el aumento progresivo de 39 por ciento de los sueldos aprobado el jueves por el parlamento estatal, y reclaman un piso salarial de 2,040 dólares, más 400 dólares en vales de transporte y alimentación.
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En caso de que la huelga se extienda, las autoridades prevén la llegada a Río de 14,000 soldados y agentes de la guardia nacional para garantizar la tranquilidad del Carnaval, que aguarda la llegada de 850,000 turistas. La huelga en Río se suma a la que se registra desde hace once días en Bahía.
“Este año, por primera vez en la historia de Brasil, quizás seremos privados del Carnaval, aquí en nuestra ciudad”, advirtió el bombero Reginaldo Adin tras participar en la asamblea de la madrugada.
ARRESTOS Y SANCIONES
Un total de 59 policías de Río fueron arrestados por paralizar el trabajo o liderar la protesta, informó el jefe del Estado Mayor de la policía militar, coronel Robson Rodrigues, al sitio G1 de Globo. Otros 100 efectivos serán juzgados en libertad por faltas menores como indisciplina, añadió. Rodrigues precisó que entre los presos figuran nueve de los 11 señalados como líderes de la huelga, cuya captura es solicitada por la justicia militar.
Además, 123 salvavidas fueron acusados de faltar al servicio y serán sometidos a “prisión administrativa”, informó el Cuerpo de Bomberos de Río. Quince de los líderes de la huelga están siendo investigados y pueden ser expulsados.
El Comando de la PM informó en un comunicado que “todas sus unidades están en pleno funcionamiento”. El portavoz de la PM, Frederico Caldas informó ayer que un coche policial fue atacado a tiros por un grupo de 15 motocicletas en la zona norte de Río, aunque no se registraron heridos.
El gobierno federal, el gobernador de Bahía, Jaques Wagner (PT, izquierda), y el gobernador de Río, Sergio Cabral (PMDB, aliado de Dilma Rousseff), denunciaron un movimiento en el país para crear pánico a una semana del Carnaval.
Río y Bahía son dos de los mayores destinos turísticos de Brasil, especialmente durante el Carnaval, y ambas serán ciudades sede de la Copa del Mundo de futbol de 2014.
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