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Necesitan acuerdo de países amigos

El régimen del presidente sirio Bashar al Asad lanzó el lunes uno de los ataques más violentos contra la ciudad rebelde de Homs, la “capital de la revolución”, que está aislada y privada de agua, electricidad y telecomunicaciones.

 
DAMASCO/AFP   

El régimen del presidente sirio Bashar al Asad lanzó el lunes uno de los ataques más violentos contra la ciudad rebelde de Homs, la “capital de la revolución”, que está aislada y privada de agua, electricidad y telecomunicaciones.   

 En total 23 personas, incluidas 17 civiles, murieron ayer a manos de las fuerzas regulares o en combates entre desertores y efectivos del ejército, informó la entidad opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). “Seis personas murieron en los bombardeos” en Homs, ciudad que ayer sufrió el peor ataque con artillería de los últimos cinco días, añadió.   

La incapacidad del Consejo de Seguridad de la ONU para ponerse de acuerdo sobre una acción colectiva “alentó al gobierno sirio a lanzar un asalto con el fin de aplastar la disidencia”, estimó el lunes la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.   

 “La situación es trágica”, expresó Hadi Abdalá, militante del “Consejo de la Revolución” en Homs, quien añadió que muchas personas están “apiñadas en refugios” y “los muertos son enterrados desde hace una semana en los jardines, porque es demasiado peligroso ir al cementerio”.

CONDENAS NO RESUELVEN   


[doap_box title=”Saldo rojo de represión” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

5,400 muertos, y más, registra la ONU desde hace once meses que inició la represión. El organismo dejó de contar debido a las dificultades para verificar las cifras.
400 niños han sido víctimas de los ataques por parte del régimen de Bashar al Asad.
500 personas, aproximadamente, han muerto en los últimos diez días en Homs.

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Las condenas suceden, pero sin que se pueda vislumbrar una verdadera salida. El lunes, el presidente estadounidense Barack Obama y el primer ministro británico David Cameron “se pusieron de acuerdo sobre la necesidad de coordinarse estrechamente para acrecentar la presión sobre el régimen”, mientras que la secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, juzgó “deplorable que el régimen haya intensificado la violencia”.   

Las Naciones Unidas afirmaron que “seguramente” las fuerzas sirias cometieron crímenes contra la humanidad reprimiendo la contestación popular hostil al régimen. Ayer, la cancillería siria rechazó “categóricamente” las acusaciones de “crímenes contra la humanidad” lanzadas por Pillay.   

La comunidad internacional está dividida sobre la crisis, y aún más respecto a una fuerza de paz en Siria propuesta el domingo por la Liga Árabe. París advirtió contra una acción “de carácter militar”, Moscú exige un cese del fuego previo generalizado y Washington lo ve complicado.   

Rusia, aliada de Damasco, y China bloquean una resolución de condena a la represión en Siria, e incluso han utilizado en dos ocasiones su derecho de veto en el Consejo de Seguridad.   

PALOMAS MENSAJERAS  

 
Los militares sirios de Homs, aislados del resto del mundo, decidieron recurrir al método ancestral de las palomas mensajeras para comunicarse. “Que Dios esté contigo, que Dios te guíe hacia Baba Amr” (uno de los barrios bombardeados por el ejército sirio), grita Omar en el tejado de su casa al lanzar una paloma al cielo de Homs, según vídeos difundidos recientemente por Internet.   

Minutos antes, este militante del barrio de Baba el Sbaa enrollaba un mensaje con la ayuda de un hilo azul a la pata de una paloma, con la esperanza de que los habitantes de Baba Amr, situado a dos kilómetros de distancia, lo reciban. “Militantes de Baba Amr, por favor dígannos qué precisan en términos de medicamentos y de alimentos”, se leía.
El mismo día una paloma llegó en medio de los gritos de los militantes apostados sobre el tejado. “¡La paloma retornó con un mensaje!”, celebraban. La carta era un grito de socorro, pero también de desafío: “De los militantes de Baba Amr a los militantes de la vieja Homs, precisamos medicinas y alimentos. Mensaje recibido. ¡Viva Siria! ¡Abajo Bashar al Asad!”, se leía.

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