Anne Pérez Rivera
Sin comer bien, luego de dormir casi al descubierto y con sus perritos en brazos, los hijos de Yury González ayudaban a cargar los peroles, las sillas y uno que otro juguete.
“Cuidado los golpean, mejor apártense”, les advierte González, madre de una de las 79 familias que serán reubicadas en el asentamiento Juan Emilio Menocal.
Ayer, las primeras 30 familias de ese asentamiento ya habían desmantelado sus humildes viviendas, para salir de la zona más vulnerable de toda Managua, según la declaratoria de la comuna capitalina y de Defensa Civil.
“Aquí hay alto riesgo de sismisidad y también riesgo de derrumbe por la llegada del invierno, por eso lo importante del traslado es que la gente vivirá ahora en una zona segura, pasarán de la vulnerabilidad a la seguridad”, indicó la delegada del Distrito II, Lucy Vargas.
Los traslados iniciaron ayer por la tarde y podrían extenderse en el resto de la semana.
Según los datos de la Defensa Civil, una decena de camiones y más de 60 militares de la Unidad Humanitaria de Rescate trabajarán a tiempo completo para agilizar el traslado de las familias. Hasta ayer en la tarde, una decena de familias ya había sido instalada en las viviendas de la recién creada urbanización 31 Aniversario.
Otra parte de la familias a reubicar será trasladada al anexo del barrio Primavera y el restante de las demás familias será enviado a otros proyectos habitacionales del Gobierno, según indicó Vargas.
VIVIENDAS MÁS PEQUEÑAS
“Ya nos amenazaron, que si no nos vamos nos van a echar las palas mecánicas encima. Dijeron los de la Alcaldía que si no nos vamos nos van a quitar las conexiones de agua y luz, entonces todo mundo se está marchando obligado. Pero nosotros ya hemos dicho que no nos vamos, porque nuestras casas son más grandes, somos familias grandes y no vamos a alcanzar en esas casitas que nos quieren obligar a comprar”, indicó Martha Bermúdez Martínez, unas de las vecinas del Juan Emilio Menocal que se opone a trasladarse. Las viviendas para la gente del Juan Emilio Menocal costarán 10,000 dólares.
De estos, la mitad será costeada por el Gobierno y la otra mitad pagada en cuotas de 400 córdobas mensuales por parte de los reubicados. “En mi familia somos 15 y quieren obligarnos a comprar una casa en donde no alcanzamos porque no somos palitos de fósforos”, reclamó Gema Espinoza, una de las habitantes inconformes con el traslado.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 A