Gloria Picón y Ramón POtosme
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La reforma a la Ley 40 de Municipios que obliga a los partidos políticos a que el 50 por ciento de los candidatos sean mujeres, fue aprobada ayer de manera unánime por los 90 diputados de la Asamblea Nacional, pese a que dos días antes miembros de la Bancada Democrática Nicaragüense (BDN) aseguraban que dicha reforma tenía roces constitucionales y daba poderes a los Consejos del Poder Ciudadano de hasta destituir a los alcaldes si lo deseaban.
Al momento de la aprobación de la reforma los diputados presentaron seis mociones, siendo una de ellas que en el artículo 34, inciso 9, donde se habla de las atribuciones del alcalde o alcaldesa se debería leer “poder ciudadano” en minúsculas y no en mayúsculas como estaba inicialmente, de manera que quedara como un concepto que permite la participación de cualquier asociación municipal en la toma de decisiones.
Sin embargo en el mismo numeral se mantuvo el concepto de “democracia directa”, el cual según diputados tenía roce constitucional ya que la Carta Magna lo que establece es la democracia participativa. Luis Callejas, jefe de la BDN, dijo que para que pudiera haber consenso en las mociones “tuvo que entrar lo de democracia directa”. Agregó que dependerá de la población dejar el poder solo a los CPC.
El diputado Javier Vallejos, de la BDN y miembro de la comisión de municipios, considera que las mociones que consensuaron con el FSLN evitan que la democracia directa se circunscriba únicamente a los Consejos del Poder Ciudadano porque establece que los presupuestos locales se consultarán por igual con otras organizaciones, tal como lo establece la Ley de Participación Ciudadana.