LA PRENSA/AFP
Un tribunal condenó ayer a 7,710 años de prisión a cinco exparamilitares por una masacre de 256 indígenas perpetrada en 1982 en una comunidad de Alta Verapaz.
Los imputados deberán pagar 30 años por cada uno de los asesinados, y 30 años más por el delito de deberes contra la humanidad.