Para un país como Nicaragua, con entusiasmo por el beisbol, pero con fallas estructurales y sin un plan estratégico, no deja de ser alentador iniciar la temporada con tres jugadores en las Grandes Ligas.
Claro, quisiéramos más . Y debemos aspirar a más, pero eso implica trabajar mejor y, sobre todo, requiere de un mejor aprovechamiento de los recursos que se dispone.
Sin embargo, fue agradable ver a Vicente Padilla de vuelta a la acción y dominante con Boston, y ante Detroit, una de las baterías más feroces de las Mayores. Y al otro lado estaba Wilton López, de los Astros.
El consistente tirador leonés venció a Colorado en su debut. Y a diferencia de Vicente, quien colgó cuatro ceros y quedó sin decisión, Wilton sacó dos outs y ganó.
Hemos seguido cada paso de Erasmo Ramírez en Seattle y aguardamos el regreso de Everth Cabrera con los Padres. Fue una lástima que no se pudo igualar el récord de cuatro nicas a la vez.
Pero conociendo a Cabrera, sabemos que trabaja para volver. Tiene que afinar su bateo. Su defensa, velocidad y brazo están bien, pero su bate necesita tronar más.
Sabemos que Juan Carlos Ramírez sigue siendo una posibilidad. La clave es que se adapte y rinda como relevo. Si lo hace, tendrá chance. Los Filis son poderosos en su rotación, pero en el bullpen hay oportunidad.
Un poco atrás vienen Elmer Reyes y Cheslor Cuthbert, y los demás nicas que batallan por crecer. Por ahora tenemos tres, y ojalá les vaya bien. Eso los garantizará arriba y, de paso, con su ejemplo van a motivar a los que vienen en camino.
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