LIMA/AFP
El Gobierno peruano ejecuta un plan “silencioso y articulado” para rescatar “con vida” a 36 trabajadores de una empresa sueca y una peruana secuestrados el lunes por remanentes de la guerrilla Sendero Luminoso.
El ministro de Defensa, Alberto Otárola, informó ayer que tropas del ejército y la policía cercaron la región donde se produjo el plagio, en Kepiashato, distrito de Echarate, en la selva de la región Cusco. Esa parte del país forma parte del extenso Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), la mayor cuenca cocalera donde operan bandas de narcos y es refugio de la columna senderista.
Patrullas combinadas de soldados y policías intensificaron las operaciones en esa zona montañosa, de tupida vegetación, y encontraron “una especie de madrigueras que habrían servido de campamento” a los senderistas, añadió Otárola.
Ese hallazgo se hizo en la zona de Lagunas, en Alto Postaquiato, la misma zona donde fue baleado la tarde del jueves el helicóptero en que murió la copiloto y capitán de la policía, Nancy Flores Páucar, de 32 años y quien recibió un disparo en el pecho.
De los 36 trabajadores peruanos, 28 pertenecen a la empresa sueca Skanska y ocho a la empresa Construcciones Modulares, que brindan servicios al consorcio internacional que explota yacimientos gasíferos de Camisea, los más importantes de Perú, detalló la firma sueca. Los secuestradores piden un rescate de diez millones de dólares.
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