Por Lucía Navas/Washington
No obstante Zoellick recordó que a los países que reciben esa asistencia financiera tienen que ser eficientes en los programas dirigidos al combate de la pobreza. De esto se hablará con los gobernadores de los países en el encuentro estos días.
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Los países pobres no están exentos de sufrir los efectos de la crisis económica y financiera que se vive en Europa y Estados Unidos. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, se expresó preocupada, pues la manera en que se les hará sentir esos efectos sería en una disminución del flujo de remesas familiares y de “menos recursos de asistencia” de la cooperación externa.
Es por ello que ayer, durante los encuentros de primavera del FMI, Lagarde llamó la atención a los gobiernos de esos países a impulsar medidas estructurales a nivel interno, para obtener recursos necesarios para responder a los impactos que sufrirían sus economías.
Lagarde identifica que a los países pobres (entre ellos los de Centroamérica) al llegarles menos remesas y asistencia de los cooperantes “los coloca en una situación más frágil”, pues podría hacerles falta capital “cuando ya hayan usado sus ‘colchones’ de recursos de reservas” para hacerle frente a los problemas domésticos que susciten del retumbo de la crisis económica de la Eurozona y Estados Unidos.
BUSCAN MÁS RECURSOS
Ante esto anunció que en la sesión plenaria del directorio general del FMI mañana sábado se discutirá el aumento del Fondo de Fideicomiso para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza, que es básicamente de donde salen los préstamos en condiciones concesionales que dan a los países pobres.
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