Saúl Martínez
“Esto lo consideramos un luto, fue un impacto conocer que cayó, se nos salieron las lágrimas”, precisó García.
Mariano Méndez siempre admiró al majestuoso árbol en la finca Banderas, propiedad entonces de la familia Altamirano. Recordó que lo salvaron del fuego en 1970 y cinco años después empezó a ser salvaguardado. “Esto es un crimen. Hay guanacastes, pero de esa altura y grosor tienen que pasar muchos años. Los cazadores no tienen conciencia”, dijo.
[/doap_box][doap_box title=”Lo habían salvado” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]
“Esto lo consideramos un luto, fue un impacto conocer que cayó, se nos salieron las lágrimas”, precisó García.
Mariano Méndez siempre admiró al majestuoso árbol en la finca Banderas, propiedad entonces de la familia Altamirano. Recordó que lo salvaron del fuego en 1970 y cinco años después empezó a ser salvaguardado. “Esto es un crimen. Hay guanacastes, pero de esa altura y grosor tienen que pasar muchos años. Los cazadores no tienen conciencia”, dijo.
[/doap_box]
La caída del legendario guanacaste negro, que se estima tiene unos 800 años, ha provocado indignación entre los que protegen al medioambiente.
El árbol medía aproximadamente cuatro metros de diámetro y 15 metros de altura y cayó el pasado miércoles, luego que sus raíces fueron quemadas, aparentemente por saqueadores de los recursos naturales.
Su destrucción ocurre justo a pocas horas de celebrarse el Día Mundial de la Tierra. “Mejor me hubieran pegado fuego a mí, este árbol era reconocido a nivel mundial”, dijo el guardabosques voluntario Marcelino Méndez, quien lamentó el fin del árbol que tanto protegió.
CASA DE DIFERENTES ESPECIES
Era la morada de 35 monos araña, cuyusos y caras blancas, había colmenas, nidos de urracas, chocoyos y ardillas.
El ingeniero Pedro Ramírez, delegado del Instituto Nacional Forestal (Inafor), aseguró que el guanacaste era el más antiguo de Chinandega.
“Tenemos gran culpa como instituciones o poder ciudadano; le tuvimos que haber dado el debido cuidado por su edad y las condiciones en que estaba en una finca bastante retirada que colinda con la comarca La Joya, población devoradora de los recursos naturales de manera irracional”, dijo el delegado.
Ver en la versión impresa las páginas: 6 A
