Tegucigalpa/ACAN-EFE
Un total de 344 cuerpos de los 361 muertos a causa del incendio del 14 de febrero pasado en la Granja Penal de Comayagua, Honduras, han sido entregados a sus familiares, mientras que los 17 restantes no han sido identificados, informó hoy una fuente oficial.
El portavoz del Ministerio Público, Marvin Cruz, dijo a Acan-Efe que 344 cadáveres han sido entregados, y los 17 restantes continúan en proceso de identificación a través de análisis de ADN. “Se sigue trabajado en el proceso de identificación de los 17 cuerpos restantes, por medio de resultados de ADN”, agregó.
El siniestro en el penal de Comayagua, a unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa, se registró entre la medianoche del 14 y la madrugada del 15 de febrero y según un equipo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF por sus siglas en inglés), la causa “fue accidental”.
Médicos forenses de Chile, El Salvador, Guatemala, México y Perú trabajaron en la primera fase de las autopsias, después se sumó un grupo de España, país que además aportó un donativo de emergencia para la compra de medicamentos para los presos heridos. De las 361 víctimas del incendio, incluida una mujer que visitaba a su marido, siete murieron en el Hospital Escuela, donde todavía permanecen dos que siguen en convalecencia, y otro que se recuperó fue remitido a la Penitenciaría Nacional, cercana a Tegucigalpa.
El Gobierno de Honduras admitió el 26 de marzo pasado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la grave situación del sistema penitenciario, compuesto por 24 cárceles, que tiene capacidad para albergar unas 8.000 personas pero la población asciende a 12.246, según cifras de diversos organismos.
Unos 13 reos murieron el 29 de marzo pasado en la cárcel de San Pedro Sula, norte de Honduras, en un motín que generó un breve incendio y un tiroteo.