Por Roy Moncada y Wilder Pérez
Jaime Rivera es uno de cuatro jefes de familia que perdió su vivienda en el barrio Laureles Sur. El cauce en construcción 31 de Diciembre se las tragó con la lluvia del martes por la noche en Managua.
El agua que duró un par de horas también causó daños en varios proyectos que la Alcaldía de Managua todavía ejecuta, uno de los cuales es la micropresa ubicada en el sector de La Zacatera. Las corrientes provenientes de Ticomo y Nejapa también doblaron las vigas que apenas levantaron los obreros dos días atrás producto del inicio tardío de la obra.
Además, los pobladores del sector expresaron la inseguridad que tienen en este invierno, y aunque la Alcaldía capitalina lo tiene como punto crítico de categoría A, ayer no se asomaron por la zona.
Fidel Moreno, secretario general de la Alcaldía de Managua, declaró ante medios oficialistas que los distritos Seis y Siete fueron los más vulnerables con la lluvia.
El discurso de la municipalidad de que existe una ayuda inmediata a los perjudicados es incierta para Pedro Campos, poblador de La Maravilla, barrio perjudicado con la lluvia, porque los coordinadores de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) entregan colchonetas y zinc solo a los partidarios del FSLN.
1,061 familias son las que resultaron afectadas en la capital.
1,032 viviendas anegadas debido a la lluvia que irrumpió fuertemente.
262 familias fueron refugiadas temporalmente. Luego de la lluvia los coordinadores de los CPC retornaron las familias a sus casas.
20 casas semidestruidas y nueve destruidas totalmente. Asimismo, del total de barrios anegados por la lluvia del martes, algunos forman parte de la lista de vulnerables; otros no habían tenido problemas de inundación.
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Luego de la lluvia del martes, 36 familias fueron llevadas al colegio Benito Pitito La Bella, en Sabana Grande, donde permanecieron la noche de anteayer y luego regresaron a sus viviendas que se vieron anegadas.
Según el guarda de seguridad de este colegio, Oscar López, cuatro aulas de clases fueron ocupadas por los perjudicados, pero este lugar cuenta con ocho en total para atender al barrio La Maravilla.
Mientras los colegios se utilicen como albergues temporales, las clases en estos centros se verán interrumpidas.
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Aunque todavía la municipalidad no cuantifica los daños de los proyectos en ejecución, el concejal liberal Leonel Teller comentó que lo más probable será realizar una reforma presupuestaria luego de conocer el estado de los puntos críticos de Managua, que se hará a través de un maratón de visitas que realizarán los concejales junto con las demás autoridades municipales.
Teller dijo que luego del recorrido, previsto para la próxima semana, los concejales considerarán inyectar el presupuesto para contrarrestar los daños del invierno.
POBLADORES: CONSTRUCCIÓN “TORTUGA”
Luego de un escenario donde el cauce 31 de Diciembre se llevó cuatro viviendas, los pobladores del barrio Laureles Sur impidieron momentáneamente el avance del proyecto que cuesta 13,000,000 de dólares porque la construcción va a “velocidad tortuga”, según ellos.
Una muralla inconclusa y no dejar un desagüe alterno creó que las corrientes socavaran unos tres metros al lado oeste del cauce y se llevara cuatro casas.
Luego que la lluvia desapareció las casas, aún con la presencia de la Policía Nacional, los pobladores no permitían que la empresa encargada de la construcción continuara con la obra.
“Hasta que vengan las autoridades de la Alcaldía y nos den respuestas a este derrumbe, no dejaremos que siga la construcción, porque esta socavación pasó por la lentitud que tienen en el proyecto”, comentó Cornelio Rivera, poblador de Laureles Sur.
Mientras la construcción avanza con la lentitud, la sedimentación en la zona es a paso agigantado. En cada lluvia hay menos terreno en los patios de las viviendas y el cauce se ensancha más.
MARCAS SUPERADAS
El aguacero que cayó la noche del martes rompió la norma histórica de la última decena de mayo, confirmó el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
Hasta la semana pasada, el promedio de lluvia de los últimos diez días de mayo era de 78.7 milímetros de agua, pero esa noche el aguacero fue superior si se compara con los mismos días, pues cayeron 112.5 milímetros.
A pesar de esto, el aguacero no fue más allá de Managua, dijo Martha Castillo, meteoróloga del Ineter, ya que en el resto del país no hubo precipitaciones de importancia, según confirmó.
Una vez más, la naturaleza dio señales de advertencia de su poder, ya que el aguacero, que duró más de dos horas con alta intensidad, se dio por la suma de diferentes fenómenos en la atmósfera.
COMBINACIÓN DE FACTORES
Castillo explicó que Managua estaba a 34.7 grados Celcius, la nubosidad no dejó que la radiación solar rebotara hacia el espacio exterior. Eso, más la humedad en el ambiente, se unió a un eje de vaguada que estaba casi estacionario en el Atlántico, pero que ese día había avanzado hacia el Pacífico. Todo se unió en horas de la noche.
Nicaragua no está lista para lluvias intensas y en el caso de Managua, el desastre llegó porque en los últimos cuatro años la Alcaldía dejó de trabajar en la época seca del año para hacerlo en la lluviosa.
Castillo dijo que lluvias como estas se pueden presentar en cualquier momento y lugar, no solo de Nicaragua, sino también de Centroamérica.
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