César Úbeda Bravo
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) reconoció ayer que, pese a presiones de otros países y organizaciones, la Asamblea Nacional haya conservado en las discusiones del Código de la Familia que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
“Reconocemos con satisfacción que a pesar de las presiones de países o grupos económicamente poderosos, cuyas voces son amplificadas y magnificadas en diversos medios de comunicación social en contra de la doctrina eclesial acerca de la familia y del matrimonio, se haya conservado en nuestra legislación aquello que para la Iglesia, desde su visión cristiana del hombre y de la sociedad es irrenunciable y sagrado, es decir, que la verdadera familia tiene como fundamento la unión estable entre un hombre y una mujer”, indica el mensaje de la Conferencia Episcopal con motivo del Día de las Madres.
El mensaje agrega que Nicaragua puede dar testimonio al mundo del respeto a los valores cristianos en lo que respecta al matrimonio y a la familia, porque son estos valores los que aseguran la plena realización del ser humano en su dignidad y grandeza.
“Deseamos que la sociedad nicaragüense pueda tener leyes que salvaguarden los auténticos valores morales, que respeten el auténtico sentido de la familia, que ayuden a mejorar las condiciones de vida de los hogares y que no se dejen puertas abiertas en las que se puedan introducir mayor destrucción en las familias, ya de por sí bastante enfermas y disgregadas”, señalan los obispos.
La Asamblea Nacional continúa esta mañana los debates en torno al Código de la Familia. Grupos de la Diversidad Sexual se han apostado frente al legislativo solicitando que se les incluya en el concepto de la familia. Otro aspecto que ha causado controversia es que el partido gobernante pretende incluir en dicho Código a los Consejos del Poder Ciudadano, que ha sido rechazado por la oposición.
“Sin embargo, no deja de causarnos preocupación el hecho de que en el Código de la Familia haya enunciados que puedan conducir peligrosamente a usurpar el derecho de los padres sobre sus hijos menores, mediante intromisiones en la privacidad familiar de parte de grupos políticos o de personas ajenas al núcleo familiar”, opinaron los obispos en su mensaje.
RECONOCIMIENTO A MADRES
Los obispos reconocieron el rol de las madres nicaragüenses, particularmente a aquellas que han hecho de sus hogares santuarios de la vida, escuelas de fe y verdaderos reductos de amor en medio de una sociedad conflictiva.
“Finalizamos este mensaje exhortando a todos a trabajar en la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural y a favor de la familia, a apoyar y promover proyectos de promoción de la mujer, a poner entusiasmo en el apostolado por la santificación de los hogares y a dar testimonio del Evangelio mediante una vida según la voluntad de Dios, a imitación de María Inmaculada, verdadera sierva del Señor”.
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