Wilder Pérez R.
Se deshace como “terrón de azúcar en un recipiente de agua”… “se está desintegrando como servilleta en el agua”.
Esta no es una noticia sobre el deshielo en el Polo Norte, ni de lo último acerca del cometa Elenin. Son frases publicadas por el diario La Nación, de Costa Rica, acerca de lo que ocurre en la carretera construida por el gobierno de Laura Chinchilla junto al río San Juan de Nicaragua.
En Costa Rica la provoca porque es el primer país donde se sufren los efectos, deja comunidades incomunicadas donde había paso por veredas y quebradas, pero además porque se gastaron decenas de millones de dólares del presupuesto de los costarricenses en una obra que no tenía sentido. Y en Nicaragua, según Lara, se debe a que los pedazos de esa carretera están cayendo sobre el río San Juan, afectando no solo el medioambiente sino también la economía local.
Información completa en: http://www.nacion.com/2012-08-13/ElPais/Carretera-fronteriza-presenta-mas-hundimientos.aspx.
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Según el último reporte costarricense, un puente se desvaneció sobre la quebrada Chorreras, como producto de las lluvias en la zona.
El puente unía a Chorreras con Boca de San Carlos, un sitio que conecta directamente con el río San Juan, depositario de los sedimentos que llegan desde Costa Rica.
Lo mismo podría ocurrir con otro puente sobre el río Tiricias, cerca de un mojón que marca la línea fronteriza entre ambos países, según el periódico.
Antes de estos reportes, ya se habían identificado casi diez derrumbes en la carretera que, tal como reconoció Chinchilla meses atrás, se ejecutó sin ningún tipo de estudios ni planificación, razón por la que el medioambiente fronterizo está pagando las consecuencias.
Si bien Chinchilla reconoció los efectos negativos de la carretera en su país, no hizo lo mismo con las consecuencias en Nicaragua, a pesar de que cambió la forma y la vida silvestre del río San Juan, así como la economía local.
La carretera es apenas el último capítulo de las rivalidades históricas entre Costa Rica y Nicaragua, pero podría tener implicaciones desconocidas, ya que, según la Corte Centroamericana de Justicia, el Gobierno costarricense violó más de 20 leyes nacionales e internacionales al construir la carretera junto al río San Juan sin previsiones ambientales.
La pista, catalogada por Chinchilla como su “proyecto estrella”, costó 40 millones de dólares y su construcción se debate en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, por reclamo de Nicaragua.
La CIJ mandó en 2010 a hacer navegable el río San Juan. Con la carretera, Costa Rica se encargó de que esto no sea posible.
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