El Cairo/BEIRUT/EFE
Decenas de civiles sirios murieron ayer en bombardeos lanzados por la aviación del régimen sobre varias localidades del país.
Los Comités de Coordinación Local (CCL) dieron cuenta de 30 muertos y más de 55 heridos por los ataques de helicópteros y cazabombarderos MIG 23 en Al Mayadin, en la provincia de Deir el Zur. Uno de esos bombardeos destruyó un edificio habitado por civiles desplazados de otras zonas, indicó la red.
La Comisión General de la Revolución Siria (CGRS) reveló que al menos 11 civiles habían perecido y decenas sufrieron heridas por el fuerte bombardeo en Doma, en los suburbios de Damasco, donde estiman que unas 29 personas perdieron la vida.
Los activistas denunciaron que el régimen prosigue con su ofensiva contra la ciudad de Alepo, la capital económica de Siria y uno de los bastiones de los rebeldes del Ejército Libre Sirio. Hazem al Azizi informó vía internet que el Ejército bombardea a diario las “ciudades liberadas” por los rebeldes en las localidades rurales.
Además de las ciudades sirias, la violencia entre partidarios y detractores del régimen sirio en Trípoli, la mayor ciudad del norte del Líbano, reavivó ayer los temores a un contagio de la crisis.
Tras una relativa calma desde el miércoles, los combates se reanudaron con intensidad para dejar paso más tarde a la acción de los francotiradores entre los vecinos de Bab el Tabbaneh, de mayoría suní, y Yabal Mohsen, mayoritariamente alauí, secta chií a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad.
El detonante de los nuevos choques fue la muerte, ayer en la madrugada, del jeque suní Jaled el Baradie, de 28 años, por los disparos de un francotirador. Según fuentes policiales, el número de víctimas desde el comienzo de los choques el pasado lunes alcanza los 13 muertos y 146 heridos.
Dos periodistas de la televisión Sky News Arabia fueron heridos por los disparos de otro francotirador, en la pierna y la cabeza respectivamente, aunque su vida no corre peligro.
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