Martha Vásquez
La primera testigo que pasó al estrado en la continuación del juicio contra Henry Fariñas, fue una civil que trabajaba de maquillista en el night club Elite.
La testigo con rostro cubierto, por seguridad, dice que devengaba un sueldo de USD300 mensuales, y confirmó que el procesado Hugo Jaens era el gerente general del Elite y escuchó que Henry Fariñas llegaba al Elite y se decía que era el gerente de Guatemala y que era otro socio más del club.
También manifestó que en el club se realizaban las fiestas de los “harleros”, que ahí llegaba el procesado Guillermo Terán, dueño de una tienda de Harley Davidson, a celebrar fiestas una vez al año.
La joven también dijo que nunca vio consumir nada prohibido en el Elite.
Durante la audiencia, el abogado Carlos Chavarría, representante de los hermanos Fariñas, expresó que había deslealtad procesal, porque la juez Adela Cardoza da lugar a todas las objeciones de la Fiscalía, incluso cuando los testigos “vienen a plantear situaciones que no están en el escrito de intercambio de prueba”.
El segundo testigo, un mesero del Elite, manifestó que el dueño era un estadounidense llamado Gerald Shackelfold, según le dijo en un llamado de atención el acusado Henry Fariñas.
Ambos testigos manifestaron que la clientela del club Elite eran variada, pero muchas veces habían tres clientes y máximo 25.
Esas son las declaraciones que han dado los testigos hasta ahora, en la continuación de la audiencia de juicio que se lleva a cabo en contra de Henry Fariñas y 23 procesados más, acusados por los delitos de lavado de dinero, crimen organizado y transporte internacional de drogas, el que se lleva a cabo en el Juzgado Segundo Distrito Penal de Juicio, a cargo de la juez Adela Cardoza.
Hasta este momento han pasado 24 testigos de los 84 propuestos por el Ministerio Público y las defensas.
Los 24 procesados son acusados de pertenecer a una supuesta estructura narco liderada por el costarricense Alejandro Jiménez, alias “El Palidejo”.