Los rebeldes sirios reivindicaron ayer el derribo de un helicóptero que según la televisión oficial siria se estrelló cerca de una mezquita del barrio Qabun, en Damasco.
Omar al Qabuni, portavoz de la Brigada de Badr, milicia opositora, afirmó que sus hombres lo habían derribado “para vengar la matanza de Daraya”, donde el domingo los rebeldes hallaron 320 cadáveres.
Además, ayer se desarrollaron violentos combates en varios barrios del noreste de Damasco, en particular en Jobar, y en varios suburbios del este de la capital, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Un comandante insurgente que dice llamarse Selim declaró que “el ejército concentra sus operaciones al este de Damasco, mientras que el Ejército Sirio Libre (ESL) intenta llevar la batalla a la mismísima Damasco”.
El mandatario francés François Hollande avisó al presidente Bashar al Asad que el uso de armas químicas “sería para la comunidad internacional una causa legítima de intervención directa”, en sintonía con el presidente Barack Obama.
Hollande animó a la oposición siria a “constituir un gobierno provisional”, al igual que el Departamento de Estado de EE. UU., que pidió a la oposición organizarse y entenderse mejor antes de formar un gobierno provisional.
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