Tania Sirias y Ramón Potosme
“Albanisa es una bendición. Yo estoy feliz que venga una refinería”. Esa fue la respuesta del alcalde de Nagarote, Juan Gabriel Hernández, al consultarle sobre el decreto presidencial que otorga exoneraciones fiscales a la refinería venezolana El Supremo Sueño de Bolívar, que estará ubicada en Miramar.
El alcalde indicó que en el caso de Albanisa, sí está pagando matrícula y otros impuestos, sin embargo lo más importante para él es que más de cuatrocientos nagaroteños trabajan en proyectos como una subestación eléctrica y el plantel Peñas Blancas ubicado en Puerto Sandino.
Hernández agregó que “los alcaldes no andan detrás de los impuestos sino del empleo, ya que gracias a eso hay movimiento económico en el municipio”.
Según él, las exoneraciones son parte de los beneficios a la construcción de un proyecto de desarrollo turístico que hace el hijo de la pareja presidencial, Rafael Ortega Murillo. Disfrazan todo bajo el proyecto de la refinería, pero dijo tener información que harán una terminal líquida y que solo ampliarán el sistema de almacenamiento.
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OTRAS TAMPOCO PAGAN
El alcalde dijo que en Nagarote también hay otras empresas exoneradas de impuestos, siendo una de estas la empresa española Camanica, la cual está bajo el régimen de Zona Franca y ha generado más de ochenta empleos, por lo tanto no paga ni un centavo por matrícula o cualquier otro tipo de cobro.
“También tenemos una empresa que exporta productos exonerados, en el caso de las pequeñas y medianas empresas tampoco pagan impuesto, lo mismo pasa con el sector lechero, de carnes e incluso la misma Esso (que ya no está en el país) no paga impuesto”, dijo Hernández.
Indicó que para él, Albanisa ha sido “una bendición”, en el sentido que ha donado medio millón de dólares para la realización de proyectos de agua potable, energía eléctrica y la reparación de caminos en Nagarote”, sostuvo el alcalde que quiere ser reelecto pese a la oposición de las bases sandinistas.
NO DEBE SER INDEFINIDA
Una exoneración de impuestos a la refinería de Alba debe pasar por calcular los gastos y beneficios de la empresa, no debe ser indefinida, y requiere que Nicaragua exporte hidrocarburos al resto de Centroamérica, opinó René Vallecillo, experto en temas fiscales.
Vallecillo mencionó que exonerar de forma indefinida a la refinería y limitar las ventas al mercado nacional no tendría mucho sentido, especialmente por la escala de la refinería, pues habría que sacarle “el mayor beneficio”.
El experto considera que es probable que la exoneración esté pensada para otorgarse solo en “el período de maduración, que es mientras un negocio encuentra su punto de equilibrio y empieza a dar utilidades, (pero) si la exoneración es indefinida, el gasto es mayor que los beneficios”, con lo cual no sería un negocio para Nicaragua.
(Colaboración de Wilder Pérez).
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