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VIDA
Quince años después de su muerte, la princesa Diana sigue siendo muy querida en Gran Bretaña y la familia real ha recuperado la popularidad perdida tras su accidente, gracias a los hijos de Lady Di que han tomado su lugar en la prensa y en el corazón de los británicos.
En Hyde Park, Stephanie Cooper, venida del este de Londres, se detiene ante la fuente de homenaje a la princesa, quien murió a los 36 años el 31 de agosto de 1997 en un accidente de coche en París con su último amor, Dodi, hijo de Mohamed Al Fayed, propietario de los grandes almacenes Harrods, en Londres.
Recuerda cuando se enteró de la muerte de la princesa, en la televisión de su salón. “Es el tipo de noticias en las que uno se acuerda toda su vida de dónde estaba y qué hacía cuando se enteró. Como con el 11 de septiembre o la muerte de Kennedy”.
Hoy las postales de Diana se encuentran en todas las tiendas de “souvenir” de Londres. El emir de Catar, que compró Harrods, mantuvo en la tienda el monumento de homenaje que puso Mohamed Al Fayed. Los turistas siguen desfilando ante las fotos de Dodi y Diana, el vaso de cristal en el que bebió Diana la noche de su muerte o la réplica del anillo que le regaló Dodi, entre otros.
Los últimos años de la princesa, casada a los 20 años con el heredero del trono, Carlos, que estaba enamorado de otra mujer, Camilla Parker-Bowles, son también el tema de una película en preparación, en la que Naomi Watts interpreta a Diana.
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