NUEVA YORK/AFP
El embajador de Israel ante la ONU, Ron Prosor, abandonó el plenario como protesta por la intervención de Ahmadineyad, de quien dijo en un comunicado que “encabeza un Estado que es el violador más sistemático del derecho internacional y el mayor promotor mundial del terrorismo”.
Ahmadineyad acusó a los miembros permanentes del Consejo de la ONU (EE. UU., Francia, Reino Unido, Rusia y China) de “violar”, en el nombre de la libertad y de la seguridad internacional, los derechos y libertades básicos de otras naciones.
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La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, manifestó que el mundo debe permanecer unido para “resistir” a los extremistas que quieren dividir a la comunidad internacional, en momentos en que el mundo árabe es escenario de violentas protestas antiestadounidenses por un filme islamófobo.
En ese marco, el nuevo presidente libio, Mohamed al Megaryef, prometió que su país no será “una carga” para la comunidad internacional, tras manifestar sus condolencias por el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi, en el que murieron cuatro diplomáticos de EE.UU.
Sobre Siria, el mediador internacional, Lakhdar Brahimi, afirmó que la guerra civil en ese país empeora y “no hay avances en vista” ya que la situación es “extremadamente grave”.
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El director ejecutivo de la oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito, Yuri Fedotov, dio ayer un firme apoyo al presidente hondureño Porfirio Lobo y a América Central en su lucha contra el narcotráfico, afirmando que la región necesita más asistencia en esa batalla.
El jefe de la UNODC (por sus siglas en inglés) expresó a Lobo su “completo apoyo” a las actividades del país contra el narcotráfico y el crimen, señaló que América Central “no puede enfrentar” sola estos flagelos. “A pesar de que no toda la violencia en América Central está vinculada con las drogas ilícitas, no podemos olvidar que Centroamérica está atrapada entre los países del norte consumidores de drogas y los países productores del sur”, recordó.
Informes oficiales estadounidenses indican que un 90 por ciento de la droga que es enviada desde Sudamérica a Estados Unidos utiliza el istmo centroamericano como punto de paso y almacenamiento.
Fedotov discutió con Lobo el compromiso de UNODC para reforzar la seguridad portuaria y aeroportuaria en Honduras a través del programa global de control de contenedores y AIRCOP, una iniciativa de cooperación internacional entre América Latina y África Occidental.
Lobo participó ayer en una reunión de alto nivel en la ONU en la que recordó que en Honduras “enfrentamos un enorme problema para continuar fortaleciendo el Estado de Derecho debido al impacto pernicioso del tráfico de drogas”.
América Central ha multiplicado en los últimos meses sus pedidos de apoyo internacional para enfrentar el tráfico de drogas. El 13 de septiembre, la presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, aseguró que la región estaba cargando sobre sus espaldas el costo de combatir el narcotráfico, porque no recibió la ayuda prometida.
De su lado, el mandatario de Guatemala Otto Pérez tenía previsto abogar ayer en su discurso por una discusión sobre nuevas estrategias para combatir al narcotráfico y al crimen organizado. Pérez había señalado en semanas anteriores que insistiría en su propuesta de despenalización de la droga en la ONU, ante el “poco avance” registrado a su juicio contra el narcotráfico.
El conflicto en Siria, la cuestión nuclear iraní y el peligro del extremismo centraron ayer los debates y reuniones de líderes mundiales presentes en la apertura de la 67ª Asamblea General de la ONU hoy. La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, manifestó que el mundo debe permanecer unido para “resistir” a los extremistas que quieren dividir a la comunidad internacional, en momentos en que el mundo árabe es escenario de violentas protestas antiestadounidenses por un filme islamófobo.
En ese marco, el nuevo presidente libio, Mohamed al Megaryef, prometió que su país no será “una carga” para la comunidad internacional, tras manifestar sus condolencias por el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi, en el que murieron cuatro diplomáticos de EE.UU.
Sobre Siria, el mediador internacional, Lakhdar Brahimi, afirmó que la guerra civil en ese país empeora y “no hay avances en vista” ya que la situación es “extremadamente grave”.
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