Humberto Galo Romero
El sector empresarial exige al Gobierno mayor apertura comercial para el frijol, el cual aún sufre exceso de requisitos para su venta al exterior.
Durante su discurso en la inauguración de la XII ExpoApen, la mañana de ayer, Enrique Zamora, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), hizo un llamado público al Gobierno de Nicaragua para eliminar las trabas a la venta de ese producto.
“Nos preocupa el caso del frijol, que ahora sufre las consecuencias en su cadena de valor, afectando principalmente a los productores”, afirmó en referencia al sinnúmero de requisitos que se deben cumplir para exportar el grano.
Esos requisitos fueron establecidos durante las restricciones a la exportación de frijol, desde mediados del 2010 hasta septiembre del 2011. Durante ese período el Gobierno de Nicaragua prohibió la exportación del grano, aduciendo que de esa forma se garantizaría el abastecimiento en el mercado interno.
Al referirse al tema de la reforma tributaria mencionó que esperan que se decida mantener los incentivos a la producción exportable.
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Esto provocó la pérdida de los mercados ganados en años anteriores —como El Salvador y Estados Unidos—, lo cual se ha convertido en un serio problema para los productores, ya que el bajo precio en que se cotiza el quintal de frijol en el mercado nacional no compensa la inversión que efectúan.
El rendimiento promedio por manzana semitecnificada ronda los diez quintales y el costo de producción es de siete mil córdobas, es decir que cuesta 700 córdobas producir un quintal de frijol por la baja productividad. Los comerciantes ofrecen al productor 650 córdobas por quintal y la Empresa Nicaragüense de Alimentos básicos (Enabas) paga 800 córdobas, pero no logra acopiar la mayoría de la producción.
“En lugar de restringir exportaciones, sugerimos proyectos para elevar la productividad y la competitividad que asegure el abastecimiento local y externo”, declaró el presidente de APEN, quien además enfatizó que estas restricciones no tienen mayor razón de continuar.
El comercio no es aislado
Por su parte, Javier Sandomingo, embajador de la Unión Europea en Centroamérica, expresó que para alcanzar el desarrollo económico sostenible no basta solo con la apertura comercial. “Comercio, gobernabilidad y sostenibilidad van de la mano”, destacó.
“Hacen falta instituciones sólidas que garanticen un escenario, un campo de juego estable, previsible, justo para todos los actores involucrados y confiable. Hace falta niveles de seguridad jurídica que faciliten y permitan el funcionamiento de un sector privado fuerte y responsable”, añadió el diplomático.
Sobre la base de la experiencia europea con la crisis que enfrentan, Sandomingo enfatizó que no se puede echar al olvido el papel de un Estado fuerte y responsable.
“Cuando digo fuerte no quiero decir que se inmiscuya en donde nadie lo ha llamado y donde no tiene función, me refiero a un Estado que establezca unas reglas de juego lo menos intrusivas posible, pero lo suficiente para no fiarlo todo”, sostuvo Sandomingo.
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